Opiniones de El Manjar de Talamanca

Si estáis buscando el mejor lugar para celebrar vuestra boda de cuento de hadas, ni lo dudéis, es este. No hay palabras para recomendaros lo suficiente este sitio… Os cuento nuestra experiencia:

Nosotros nos casamos este año el 8 de abril, en plena Semana Santa, y por ello tuvimos el lujo adicional de ser la única boda que se celebraba aquel día en el Manjar, pero no nos cabe duda de que aun compartiendo el sitio con otra boda, habría sido igual de perfecto. Buscábamos un sitio con un ambiente especial, para una boda con inspiración en el Señor de los Anillos, y el entorno del Manjar, con sus almenas y sus salas Castillo, nos convenció nada más llegar. Las fotos que podáis ver aquí, que ya son bonitas, no le hacen justicia, recomiendo que vayáis a verlo y quedaréis enamorados. No pongo más fotografías para respetar la intimidad de los invitados, pero hay sitios ideales para hacer fotos en cada rincón.

El trato es inmejorable. Nos atendieron siempre con total amabilidad, escuchando nuestras necesidades y habilitando las salas que necesitábamos, preguntándonos si necesitábamos que guardasen o sacasen ellos los recordatorios y material para los juegos, y algo que nos gustó mucho fue que se notaba la experiencia: Rocío y Yolanda siempre iban un paso por delante: en cuanto les explicamos lo que buscábamos, rápidamente nos ofrecieron propuestas y opciones de decoración que nos cuadraban a la perfección para hacer nuestra idea realidad, e incluso mejor de lo que habíamos previsto. La decoración fue la que ofrecen ellos por defecto; nosotros sólo añadimos los carteles de las mesas y poco más. Nos ofrecieron varias opciones de mantelería, vajilla y centros de mesa, y no podríamos estar más contentos con el resultado.

La comunicación fue perfecta, fluida y siempre de ayuda. En el Manjar piensan en todo y lo tienen controladísimo, cosa que ayuda mucho cuando estamos durante meses sometidos al estrés que supone preparar un evento así (qué os voy a contar, ¿verdad?). Si sois como yo y organizar algo tan grande se os hace un mundo, podéis dejarlo en sus manos, no os arrepentiréis. Casi hasta el último momento pudimos hacer cambios y reorganización de mesas cuando algún invitado nos decía que no podía venir a última hora, y supieron reaccionar y adaptarse a todo sin problemas, incluyendo tener en cuenta si alguien venía en silla de ruedas. También tienen prevista una alternativa preciosa de decoración del salón si lloviese y hubiese que trasladar la boda al interior (podéis ver fotos en otras reseñas), cosa que era bastante probable en Semana Santa, y aunque al final nos hizo sol, tengo que decir que la alternativa era tan bonita, que, si hubiese llovido, no me habría importado lo más mínimo. La lluvia en nuestra boda dejó de ser una preocupación, y eso no se puede decir de muchos sitios.

Dependiendo del presupuesto de cada cual, se pueden contratar más o menos servicios, e incluso con lo mínimo habría sido una ceremonia preciosa. Nosotros contratamos un par de extras: oficiante y monitor para niños. Lo demás es lo que ofrecía el Manjar por defecto, o tuvieron el detalle de regalárnoslo, como la mesa de mojitos. La tarta fue también la que ellos ofrecen por defecto y se incluye en el precio.

Allí mismo nos ofrecieron los servicios de Ana, la oficiante de la ceremonia, que es otra persona encantadora y detallista. Puede preparar ceremonias de todo tipo, no sólo la estándar. A nosotros nos preparó una ceremonia celta y un discurso precioso y personalizado con nuestra historia, con el que todos terminaron llorando, y nos dijeron repetidamente que era la ceremonia más bonita y más personal en la que habían estado. Nada de palabras vacías de las que todo el mundo ha escuchado mil veces. La decoración de la ceremonia fue también la que ellos ofrecen por defecto, salvo por el círculo de piedras del suelo, que fuimos a comprarlas al vivero. Quedó precioso y fue más que suficiente, porque el mismo entorno del Manjar hace el resto.
Contratamos también allí mismo los servicios de una persona para que cuidase de los niños que iban a la boda, y también lo recomiendo mucho. Los niños lo pasaron en grande, y los padres pudieron disfrutar de la fiesta y nos lo agradecieron muchísimo (mi agradecimiento especial a la persona que se quedó con los niños, porque me consta que alguno era más revoltoso que otro).
Nosotros pedimos la zona del Templete para la ceremonia, el Pozo para el cóctel, y las salas Castillo para el convite, sala de juegos de mesa y discoteca (la sala del convite luego se convirtió en la de discoteca. Nosotros pedimos que la zona de juegos estuviese en una sala separada, para que el ruido no se hiciese demasiado insoportable para quienes no bailasen y prefiriesen estar tranquilamente jugando y charlando).

El servicio durante el banquete fue genial. Los camareros pasaban constantemente y estaban siempre pendientes de que no nos faltase de nada; los invitados también nos dijeron que habían estado muy bien atendidos, y que todo el personal había sido súper amable. La comida estaba riquísima. Nosotros dos apenas pudimos probar el cóctel inicial, porque tuvimos que estar haciéndonos fotos, pero a todo el mundo le encantó, hasta el punto de que para cuando entraron a comer, ya estaban casi llenos... Nosotros pedimos el segundo menú de la carta, el de 120 euros. Tanto en el cóctel como en la comida había opciones vegetarianas, veganas, y estuvieron muy atentos al tema de las alergias e intolerancias de cada invitado. El cordero estaba exquisito, se deshacía en la boca, lo recomiendo muchísimo. La fuente de chocolate fue un éxito, sobre todo entre los niños, y la mesa de mojitos le encantó a los adultos.

En conjunto fue un día perfecto, pudimos relajarnos y disfrutar como nunca, y nuestra familia y amigos estuvieron encantados. Muchos nos dijeron que era un sitio increíble y que era la primera vez que no se aburren en una boda...
Muchísimas gracias a todo el personal del Manjar, por hacer que nuestro día fuese para recordar, no sólo para nosotros, sino también para todos nuestros invitados.