Las impresionantes vistas del Club, el jardín tan bonito y el excelente servicio que nos prestó el Club de Campo para organizar nuestra boda, hicieron que todo saliera de 10!

Verónica nos ayudó a preparar todo con muchísima flexibilidad, amabilidad y profesionalidad. También estuvo atenta en todo momento el día de la boda junto con todo el personal del Club. Se volcaron en que estuviese todo perfecto.

En nuestro caso, nos casamos un viernes de julio por la tarde y la luz del atardecer que hubo fue espectacular. Todos los invitados alucinaron con lo bonito que estaba todo, la zona del cocktail, las mesas, los carritos... Además muchos agradecieron la cercanía a Madrid.

Una boda perfecta

Consideramos que nuestra boda en el Club de Campo, brindada por Cavalier Catering estuvo muy bien, pero hubo algunos detalles que no hicieron que el evento fuese redondo al 100%. Con todo, tendremos un recuerdo muy bonito y especial de ese día y decir que nuestros invitados se lo pasaron genial, y nosotros también 😊
Nuestra boda se celebró en la Cristalera Hípica, con algo más de 100 invitados. El lugar es precioso, las instalaciones son estupendas y además cerca de la ciudad de Madrid, por lo que estamos muy satisfechos con nuestra elección a pesar de algunos detalles que sucedieron en los días previos a la boda y en el día de la boda que pasamos a comentar como áreas de mejora:
En primer lugar, no se nos informó de un cambio en la persona responsable del catering a 10 días de la boda, cuando realizamos el pago de la misma, lo cual nos desconcertó.
En segundo lugar, ante la posibilidad de lluvias (a tener en cuenta que el fin de semana de DANA fue el anterior a nuestra boda) se nos sugirió cancelar el cóctel y sustituirlo por un plato en mesa. Esto a 3 días de la boda, con el evento ya pagado al 100%. A esta sugerencia nos negamos, puesto que en el contrato teníamos firmado un cóctel con diversos canapés fríos y calientes y con el correspondiente servicio. Finalmente no se canceló, y después de hablarlo con la persona responsable tuvimos la flexibilidad suficiente para poder decidir hasta el día anterior al evento si el cóctel se montaba dentro de la carpa. Afortunadamente el tiempo respetó y pudimos celebrar el cóctel en los jardines, como era nuestro deseo. Agradecemos a Cavalier la flexibilidad y compresión.
En tercer lugar, el primer plato resultó algo diferente al que habíamos probado en la prueba del menú. Se trata de la crema de carabineros con salsa de vieira. En la boda la textura de la crema no era crema, sino caldo, y nos extrañó. Lo comentamos a posteriori y nos dijeron que la receta era la misma. En cuanto al segundo plato, muchos de los solomillos resultaron estar demasiado poco hechos, aunque sí es cierto que a quien solicitó cocinarlo más, se le hizo.
En cuarto lugar, pedimos que hubiera adaptaciones vegetarianas para tres comensales, pero el segundo plato resultó ser algo escaso e incompleto para ellos. Lo mismo con el menú infantil, que estaba algo descuidado, para ser algo tan simple como un escalope con patatas.
En general el nivel de servicio fue muy bueno, con personal muy atento y amable. Lo recomendamos igualmente porque entendemos que hasta cierto punto estas cosas son propias de este tipo de eventos y esperamos que los puntos de mejora ayuden a que otra parejas tenga una boda inolvidable.

Desde el primer momento en que contactamos con Verónica Rathmann, nos acompañó y guio en este proceso, haciéndonos muy fácil la organización de la boda. Nos recibió enseguida en el Club de Campo y nos ganó con su amabilidad y profesionalidad. Fue la principal responsable del éxito de la celebración y, a lo largo de los meses siguientes, nos atendió siempre con rapidez y suma paciencia. También nos fue de gran ayuda, facilitándonos muchos de los proveedores. La Cristalera del Club de Campo fue todo un acierto. Es un lugar precioso y muy cuidado. El cóctel fue espectacular y muy abundante. Fue todo un éxito. La comida en la Cristalera fue exquisita. Nos encantó la ensalada de bogavante, el solomillo estaba riquísimo y en su punto, y la tarta de manzana triunfó. Todo ello también gracias a vuestro personal: educados, rápidos, amables, excelentes profesionales. Nos gustaría destacar la gran labor de Miguel, el maître, quien dirigió y gestionó magníficamente a su equipo y estuvo pendiente del más mínimo detalle. Muchísimas gracias por hacer que un día tan especial fuera perfecto.

Es el lugar ideal para hacer una boda a 5 minutos del centro de Madrid con todas las facilidades que implica. El lugar es precioso, con vistas espectaculares, alejándose de ser la típica finca donde se casa todo el mundo y haciéndolo mil veces más especial. Tienen distintos ambientes a cuál más bonito en función del número de invitados. El trato con el equipo es espectacular, todo facilidades, te ponen en contacto con una amplia cartera de proveedores para contratar servicios extra, por lo que no es necesario un servicio de Wedding Planner.
Como punto negativo, la cantidad de bebida de la barra libre fue insuficiente por lo que si sois muchos insistid bastante en que lo tengan en cuenta. Tampoco hay plan B en caso de lluvia y habría que contratar una carpa a parte. Salvo estos dos detalles el servicio ofrecido es de 10 y la experiencia perfecta está garantizada.

Celebramos nuestra boda el pasado 4 de junio en el Club de Campo Villa de Madrid de la mano de Verónica Rathmann y el equipo de Cavalier Catering. La mejor elección para el día más importante de nuestras vidas. Hizo un día espectacular y los invitados pudieron disfrutar las espectaculares vistas de Madrid y su atardecer. El cocktail fue maravilloso según todos los invitados y la cena insuperable. Las mesas estaban decoradas coon mucho gusto y la cena fue rápida (así lo pedimos) y salieron todos los segundos platos calientes; algo difícil para una boda de 170 invitados.

Fue en la cristalera de la hípica. Fácil de organizar y quedo espectacular!