Simplemente, excelentes
Nos casamos este año (2024) en Aldea Santillana y todo fue perfecto, superó lo excelente, sobrepasaron con creces nuestras expectativas. Flexibles, resolutivos, máxima atención al detalle, comida magnífica, un sitio precioso... Si estas pensando casarte allí, ten por seguro que te vas a casar en uno de los sitios más bonitos que existen, donde la gente va a comer de maravilla y donde van a hacer todo lo posible para que un día tan importante salga redondo.
Es algo largo pero me parece importante contar toda mi experiencia, para que sepas cómo funcionan. Así que, si tienes tiempo, sigue leyendo.
Para empezar, deciros que visitamos más de nueve fincas/hoteles de Madrid y alrededores, así que pudimos comparar muchos sitios. Puedes ver qué sitios van sólo al negocio y qué sitios se preocupan por que tu día salga perfecto, aunque a veces les suponga más trabajo sin beneficio monetario extra. Puedes ver las diferentes categorías de los sitios. Puedes ver sitios que son bonitos pero también muy de plástico. Sitios que son más para una comunión que para una boda. Aldea Santillana nos demostró ser un sitio TOP, cumplía con todos nuestros checks. Es más, Aldea Santillana va a poner tu celebración en otro nivel y vas a pensar que los otros sitios quedan en una categoría muy por debajo. Por eso en mi comentario debajo no sólo voy a hablar de Aldea Santillana, sino a compararla con otros sitios, para que veáis el por qué de nuestra decisión eligiéndoles para celebrar nuestra boda.
El sitio de por sí es precioso, idílico. Se encuentra en la sierra de Madrid y todo lo que se ve alrededor es naturaleza (aún recuerdo esas fincas en las que se veía de fondo un Mercadona...). Ya sólo por el propio sitio las fotos que te hagan los fotógrafos van a ser impresionantes. Todos nuestros invitados quedaron maravillados de lo bonita que es la finca y del paraje que la rodea, y es una de las cosas que siempre nos mencionan. En realidad hay dos fincas, nosotros lo celebramos en Mirabel porque era la que más nos gustaba, aparte de otras razones. Pero si tienes mas de 140 invitados es mejor considerar Capellanía, que además tiene un comedor increíble. De hecho, habíamos estado en Capellanía en la boda de unos amigos hacía unos años y nos encantó. A nosotros es cierto que nos quedaba algo lejos, pero no dejes que eso estropee una buena decisión, es un día en el que merece la pena elegir el mejor sitio y te aseguro que no te vas a arrepentir de celebrarlo allí. Un hotel va a estar en el centro, pero es... un hotel. Nosotros queríamos otra experiencia de boda.
Además, tienes cosas que prácticamente ninguna otra finca te puede dar, como la posibilidad de usar un carro de caballos (y durante el cóctel los invitados tambien!) o que tanto vosotros como vuestros invitados durmáis allí. Las habitaciones son enormes y muy bonitas, y los invitados no tienen que usar el coche, dejar de beber o irse pronto. Símplemente están en la fiesta y cuando estén cansados se van a sus habitaciones. Además, al día siguiente pudimos dejar la habitación a las 17h, no como los hoteles que te echan a las 12h. Mirabel tiene una piscina que pudimos usar, desayunamos con los invitados que se quedaron, comentamos las anécdotas de la boda... Al final fue como una boda de dos dias. Eso no lo encontramos en ningún otro sitio.
Nuestra boda era de mañana y nos dieron la posibilidad de estar hasta las 5 de la mañana, con barra libre. Otras fincas nos dejaban extender un par de horas pagando desproporcionadamente la hora extra, pero nosotros no queríamos una boda en la que los invitados se quedan con ganas de más y tienen que buscar una discoteca para terminar la noche (algo que me ha pasado en casi todas las bodas de mañana y algunas de tarde a las que he ido de invitado). En Aldea Santillana pudimos estar bailando hasta las 5 y con una barra libre ilimitada. Eso tampoco lo encontramos en ningún otro sitio.
Uno de los puntos que mas nos gustó es su flexibilidad. Otros sitios siempre nos ponían pegas y reglas demasiado estrictas de cómo hacer nuestra boda. Eran A-B-C y ya. Pero aquí, cuando empezamos los primeros contactos con Fernando y le preguntábamos cómo podíamos hacer algo, siempre nos preguntaba "¿vosotros cómo lo queréis hacer?". Le deciamos nuestra idea y siempre nos contestaba "perfecto, lo hacemos así". Fernando siempre ha sido muy cercano y amable con nosotros, y es él quien nos enseñó la finca y con el que tratamos los detalles principales iniciales de lo que queríamos para la boda.
La preparación fue muy sencilla y organizada gracias a Laura, que es la persona que nos asignaron para ayudarnos a planificar los detalles concretos de la boda. Es la persona con la que más tratamos, muy simpática y cordial, profesional, estuvo muy atenta a todos los detalles, las alergias de los invitados y nos hizo el seguimiento de todo lo que teniamos organizado. Ella dio instrucciones a sus compañeros para que todo quedase montado y preparado como queríamos.
El día de la boda tuvimos a Gabriel, que es una especie de superman que coordina y gestiona todo, tiene ojos en todos lados y cualquier duda o problema lo llevas a él y te lo resuelve. Estando él en la boda, podéis estar tranquilos de que todo va a salir bien. La verdad es que eran equipos super sincronizados, y todo el mundo super amable, desde los camareros (incluso a los que tuvimos hasta las 5, como Javier!) como los que estaban atentos de si necesitabas algo y te llevaban en carrito de estos de golf por la finca, como Dani.
En una boda tú quieres que la gente lo pase bien y coma bien. Pues la comida fue espectacular. El día de la prueba de menú es algo que no quiero desvelar, pero ya os digo que nunca he comido tanto y tan bien en mi vida. Y en la boda estuvo igual o mejor. Pudimos tratar directamente con el cocinero, José Luís, preguntándole dudas y aconsejándonos sobre los platos. No sólo es un gran profesional muy perfeccionista sino que es una persona majísima. Nosotros llegamos a hacer varias pruebas de platos y os garantizo que van a poner todo para que salga perfecto, desde el punto de la carne como la presentación de los platos. Cuando tuvimos dudas de un plato no nos dejó elegirlo a ciegas, él mismo nos dijo "no comprarías un coche sin probarlo, ¿no? Pues esto es igual" y nos invitó a probar el plato en persona. Como tuvimos dudas de que a la gente no le gustasen las vieiras, también nos hizo un cambio en el entrante oficial para adaptarlo a lo que nos gustaba. Todas las alergias e intolerancias, incluidos vegetarianos y embarazadas, las gestionaron con el máximo cuidado. El día de la boda se aseguró de que todo saliese perfecto. Y todo salió perfecto. Son detalles que a los invitados le pasan desapercibidos, pero yo que había hablado los temas con el cocinero iba viendo las cosas durante la boda y notando el esfuerzo y el mimo que estaba poniendo en que todo saliese tal cual habíamos hablado.
El cóctel fue super variado y abundante, hubo muchísima comida y la gente comió super bien, es otra de las cosas que todos los invitados nos comentan cada vez que hablamos, incluso mucho después de la boda. Por cierto que salirnos del solomillo y elegir la presa ibérica con la salsa de pistacho fue un acierto, a nosotros ya nos pareció un plato espectacular en la prueba de menú, pero en la boda la gente la alabó mucho también. Si haces prueba de menú, dale una oportunidad.
Si te preocupa la bebida, el alcohol es bueno y no se acaba :) Parece una tontería comentar esto, pero es un punto crucial que los invitados coman y beban bien.
El DJ (Dani) no se si es parte de Aldea Santillana o no, pero fue muy bueno. Nos llamó unos días antes para hablar de qué idea de boda teníamos y fue muy atento a todas las indicaciones que le dimos, las canciones que le pasamos, coordinó muy bien los cambios de estancia (ya que hicimos fiesta en dos estancias de la finca), estuvo atento a cómo reaccionaba la gente durante la fiesta para adaptar la música... Todo muy bien.
En una boda siempre van a ocurrir problemas y contratiempos, así que ahora os voy a comentar sólo un par de anécdotas que nos pasaron para que veáis qué tipo de finca son.
La primera es que cuatro de mis invitados que venían de Egipto estaban ayunando ese día y no podían comer hasta la noche, pero yo no sabía nada. Para no causar molestia no me lo quisieron decir y nos enteramos de casualidad unos minutos antes de entrar al comedor. Se lo dije a Gabriel y me respondió tal cual "Ni te preocupes. Ahora les sentamos con el resto de invitados como estaba planeado para que disfruten del convite, pero no les servimos nada. Y luego, a las 9 o cuando tú me digas, les preparamos una mesa en esta zona de la finca y les servimos la comida en la cena". Y así fue. Se quedaron un camarero y el mismísimo cocinero hasta la noche y les sirvieron el menú que había elegido para cenar, recién cocinado. Eso no te lo hace nadie, lo normal es que me hubiesen dicho que lo sentían, pero que la comida ya estaba preparada, que tenía que haberlo avisado antes, que si no querían comer que se lo dejasen o guardasen.... Y Aldea Santillana se comportó excepcionalmente, realmente no me esperaba que lo resolviesen de esa manera... Para que veáis qué tipo de finca son.
La segunda es que a última hora decidimos poner croquetas de gambas al ajillo en lugar de las de boletus en la barra de croquetas del cóctel (por cierto, un acierto la barra de croquetas, a la gente le encantó). Y el cambio no llegó a cocina y el día de la boda sirvieron las de boletus. Lo comenté a Gabriel y me dijo que el cambio a esas alturas no sería posible porque en cocina no tendrían los ingredientes, etc. Pues a los pocos minutos les veo sacar una bandeja enorme de croquetas de gambas al ajillo para complementar la barra de croquetas. De nuevo, excepcionales.
Ya una boda puede suponer un estrés para los novios y este es un sitio que te quita problemas, te aseguro de que puedes dejarlo todo en sus manos con la tranquilidad de que ellos saben cómo resolver las cosas que surjan.
Tras la boda muchos invitados nos dijeron literalmente que fue la mejor boda en la que habían estado, y sabemos que una gran parte de culpa fue de Aldea Santillana. En verdad fueron más que sobresalientes, solo podemos recomendarlos al 200%, y estamos super agradecidos a Fernando, Gabriel, Laura, José Luís, Javier, Dani, y todos los profesionales de Aldea Santillana que hicieron que un día tan especial saliese perfecto. Sabíamos que eran buenos, pero fueron excelentes, realmente sobrepasaron nuestras expectativas.