La boda de Victor y Yulia en Pozo Alcon, Jaén

El día de nuestra boda

Para nosotros, la boda fue una oportunidad única para reunir a familiares y amigos de diferentes países. Aunque nos tomó casi un año de preparación, ¡definitivamente valió la pena! Aquí compartimos algunas ideas que hicieron de esta velada algo conmovedor y original.

Dado que nuestra boda era internacional, quisimos que los invitados de distintos países conocieran mejor las tradiciones y culturas nativas de los novios. Por ello, organizamos dos zonas para fotos: una inspirada en Rusia y otra en España.

Para la decoración, utilizamos fotografías antiguas de nuestros familiares, lo que permitió mostrar la continuidad de las generaciones y despertar en los invitados una agradable nostalgia.

La ceremonia fue bilingüe, y para ello contratamos una maestra de ceremonias y una traductora. No obstante, los votos los dijimos nosotros mismos en nuestros idiomas nativos y los acompañamos con audios pregrabados en el idioma de la pareja.

Además, preparamos cartas de menú personalizadas para cada invitado. De un lado, incluían la lista de platos, y del otro, una tarea individual, como encontrar a un compatriota entre los invitados, beber un chupito de vodka o aprender una palabra en ruso. Aunque fue un trabajo laborioso, los invitados quedaron fascinados.