La boda de Victor y Samira en San Sebastian De Los Reyes, Madrid
De noche Verano Granate 2 profesionales
V&S
12 Sep, 2014El día de nuestra boda
Hoy hace 25 días de nuestra boda y todavía estamos en una nube. Los preparativos y los nervios empezaron el día antes de la boda, pues tenía que ir a ponerme las uñas e ir a recoger a mi hermano, mi cuñada y mi sobrina que venían con el AVE desde Valencia.
Hice la compra con mi suegra, porque prediciendo las duras jornadas que nos aguardaban debíamos abastecernos adecuadamente para no tener que ir en busca de alimentos el fin de semana con la resaca de toda la emoción del día B. Nada más terminar a hacernos las uñas, comer rápido e ir a recoger a mi hermano y familia para llevarles al hotel. Pasar la mañana con ellos era mi deber pues esa misma tarde llegaban mi madre con mi hermana mayor, mi hermano pequeño, dos de mis sobrinos, mi hermana de Holanda con mi cuñado mi tío y mi primo. Dios mío que percal pues venían todos desde Valencia en coches y me llamaron por lo menos tres veces por que se habían perdido jaja Pero lo peor de todo fue verle la cara de mi hermana mayor medio llorando por que se acababa de dar cuenta ¡¡de que se había dejado en su casa toda la ropa de ceremonia de mi sobrino!! ¡¡Con las prisas se lo dejó!! La pobre llamó a la abuela del niño para que entrara en casa, cogerlo y mandarlo por Seur ya que el cuñado de la abuela trabaja allí, ahí se queda la cosa. Pero todos llegaron bien, y para mí fue un momento súper especial el tener a parte de mi familia reunida, ya no quedaba nada para casarme y al día siguiente todavía tenía que recibir a mis últimos familiares.
Seguir leyendo »Mi ya marido, mis suegros y nuestro hijo se acercaron al hotel donde estaba con mi familia ya que mis suegros no conocían a todos los miembros, mi suegra me trajo todo, mi vestido, mis zapatos, pinturas, secador por si a alguna le hacía falta, medias, en fin vosotras ya sabéis, no me faltó de nada, y ya lo dejamos todo esa noche para que al día siguiente no tuviese que llevar nada. Así que una vez todo listo, como no, nos fuimos a tomar algo todos juntos. La noche la pasé junto con mi marido en casa porque sabía a ciencia cierta que si se me ocurría quedarme a dormir con mi familia…no me iban a dejar pegar ojo porque seguramente habríamos estado de palique hasta las tantas. Sabiamente procedí y dormí como un lirón y de un tirón.
¡¡Viernes 12 de septiembre!! Suena el despertador a las 7:30, abro un ojo y me doy cuenta de que día es, ¡¡por favor ya empiezan los nervios!! Nada fue un segundo. Desperté a mi hijo ya que él se iba a ir al cole para dejar que su padre se preparara tranquilo, (ya que en septiembre el cole es media jornada, ya le recogería su abuelo a la salida del cole.) Desayuné con mi canijo, le dejé ponerse su uniforme, luego se puso a ver dibujos, yo mientras tanto me duché y me empecé a arreglar un poco (no demasiado ya que tenía peluquería y me tenía que maquillar) me vestí pues como yo suelo unos pantalones cortos anchos, una camiseta y mis bambas. Como ya he dicho, lo tenía todo allí, así que solo llevé una plancha a vapor por si alguien necesitaba planchar alguna camisa o un vestido. Dejé al niño en la ruta a las 8 de la mañana, subí a casa, le escribí una nota a su padre diciéndole que teníamos una cita a las 19:45, y que mantuviera la calma el resto del día.( falta decir que nos vimos antes de la boda ya que tenía que recoger mi ramo después de la pelu porque nuestra florista era su tía y mandó a un chico que nos trajera el ramo y los pétalos a casa porque ella tenía que hacer la decoración de una iglesia para otra boda y luego arreglarse para venir a la nuestra). Mi madre me recogió a eso de las 9:50, nos fuimos al hotel y estuvimos tomando café con toda mi familia, todavía faltaban por llegar dos tíos, una tía y mi prima y mi primo. A las 11:30 a la peluquería mi madre y yo, mis hermanas fueron coleta alta a la boda así que ellas se quedaron en el hotel. Llegamos a la pelu puntuales, yo ya estaba de los nervios, no paraba de moverme de un sitio a otro y de hablar, hablar y hablar jaja primero le cortaron el pelo a mi madre y le peinaron, luego me peinaron a mí.
Me encantó el resultado, la verdad es que quedé muy, muy contenta y mi madre más. Nos montamos en el coche y fuimos a casa a por mí ramo. Cuando lo vi se me puso la piel de gallina, me emocioné mucho de ver el ramo tal y como me lo estuve imaginando todo este tiempo, y claramente era un ramo hecho para mí, para mi personalidad. El ramo tenía algo muy característico que eran dos piruletas y dos pirulís que repartiría antes del lanzamiento del ramo a mis hermanas y mis cuñadas, porque son mis chicas especiales.
Llegamos mi madre y yo al hotel, dejamos el ramo en una jarra con agua en la habitación porque estaba fresca por el aire acondicionado. Nos fuimos a comer todos juntos menos mis hermanos y mi cuñada. Y comí una ensalada de brotes con nueces, tomate, pepino y atún, y un sándwich casero con pavo en salsita, bacón, queso, bueno una cosa que estaba espectacular y muy ligero todo. A todo esto mi hermana súper agobiada porque no sabía nada de la ropa de su hijo, imaginaros el disgusto. En fin cuando terminamos de comer miramos la hora y se me calló el mundo encima: en tres horas y media me casaba, mi hermana, mi madre y yo salimos pitando hacia el hotel para empezar a maquillarnos, porque yo prefiero tomarme mi tiempo, y aunque tenía tiempo, mis invitados tenían menos que yo, ya que el autobús que habíamos contratado llegaba a las 5:50. Yo solo quería cero nervios, para que más. Mientras me ponía las lentillas mi madre se bajó a tomar un café con mis tíos y se meten en la habitación mi hermano de 15 años, mi primo de 14 y mi prima de 9. Pues así una se pone las lentillas como yo te diga, entre las voces que pegaba, las uñas de gel, que parecía yo un gato con guantes, pegándoles gritos a los chavales para que se fueran un ratito a tomar vientos y encima ellos se reían. ¡¡Bueno al final la lentilla entró!! Jaja y ya me tranquilicé, empecé mi ritual de maquillaje. A mi juicio me salió muy bien, me tomé mi tiempo, que tampoco es que me tirara una hora, pero seguí todos los pasos y con mucha calma. Quedé muy satisfecha con el resultado, y es que, que haría yo sin mis brochas y mis pinceles jeje.
Al rato empiezo a oír gritos en el cuarto de mi hermana ¡¡y por la ventana veo a mi madre corriendo como si no hubiera final!! Imaginaros mi cara de desconcierto. Pues resulta que mi madre había visto desde el café la furgoneta de Seur y salió corriendo hacia el hotel por si era la ropa de su nieto jajaja. Mi hermana, mi madre y yo abrazadas dando saltos en el pasillo del hotel, ¡¡qué alegría!!
Volví a darme una duchita, me miré al espejo, peinados y maquillaje perfectos, más que perfectos jaja, ayudé a mi madre a maquillarse y empezamos a vestirnos, a todo esto mi hermano pequeño entró en la habitación para ponerse su espectacular traje, me pilló en lencería con mis media de liguero y todo, pero bah, es mi hermano y no se espanta de nada jejeje. Eso sí, decidió cambiarse en otra habitación para dejarme mi espacio. Vaya, qué considerado después de las voces que me hizo pegar xD Lo recuerdo y ahora me hace gracia.
Me vestí toda, toda, me coloqué la diadema, ya está Samira, el último toquo, retócate los labios, me dije. Me miré al espejo, miré a mi madre y nos fundimos en un fuerte abrazo. Llamamos a mi hermana que ya estaba vestida, maravillosa como siempre y vino corriendo a verme y se quedó con la boca abierta. Son momentos únicos que siempre tendré en mi memoria.
Me dio por asomarme a la ventana y que vi, ¡¡qué vi!! ¡¡El autobús estaba aparcado en frente del hotel!! ¡¡Mamá!! Llama a todos e iros montando ya. Como ya estaban todos preparados se esperaron en la entrada del hotel ya que el autobús no podía quedarse mucho rato parado porque circulaban muchos coches así que daba la vuelta y recogía a algunos y la volvía a dar. Una vez se marcharon todos yo me quedé absolutamente sola con mi tío, que fue mi padrino en mi gran día. Hicimos un poco de tiempo y cuando se acercó la hora me subí al coche con mi ramo y nos dirigimos a la finca. He de reconocer que estaba como un flan. Llegamos antes de tiempo así que nos quedamos esperando a que entrara todo el mundo. Uno de los trabajadores de la finca nos avisó que ya podíamos aparcar para empezar con mi sesión de fotos. De repente mis nervios desaparecieron, me echaron fotos y todo eso. Bueno pues aquí empieza lo bueno, un wedding planner manda por el pinganillo que salieran mis pajecillos, mi marido ya había hecho su entrada. Mi sobrino Gabi, mi sobrina Iris y mi hijo Víctor aparecieron en escena con sus respectivas posesiones uno con la pizarra y los otros con los pétalos. Me organizaron toda la entrada, estupendamente coordinado. Os describo, mi sobrino que era el que llevaba la pizarra iba unos metros más delante de nosotros. Empezó a sonar mi música (Now we are free en violín por Taylor Davis, recortada claro) y empezó a entrar mi sobrino, seguidamente Iris y mi hijo y cuando aparecimos mi tío y yo por la puerta vi como mi futuro marido en ese momento ¡¡Se ponía a llorar!! Yo que quería hacer mi entrada a mi ritmo y con calma, el instinto me pedía que corriese a por el para abrazarle, así que no fui corriendo pero si deprisa jaja.
Cuando le vi frente a mí, se me estremeció el corazón y me llené de alegría, qué contenta estaba. Empezó la ceremonia, que la ofició el tío de mi marido y fue perfecto. Primero leyó mi suegra, algo muy personal y bonito. Pero cuando fue a leer mi tío….ahí dios mío, los de la finca se llevaron sus hojas sin querer y tuvieron que ir a buscarlas, así que tuvimos un parón, pero así se nos hizo más amena. Bueno leyó mi tío, una lectura suya muy bonita sobre mí, sobre nosotros, sobre el amor.
Pero lo mejor de toda la ceremonia fue la lectura de mi marido, que creó sensación en los invitados y en los trabajadores de la finca, se sacó un monólogo de nuestra historia, y cada palabra era una risa, cada referencia era maravillosa, fue muy muy divertido y sobre todo lo más bonito que me han dicho jamás. Luego mi lectura, una vez terminamos, seguimos con la ceremonia de las velas. Cuando sonó la canción del señor de los anillos nuestro peque se levantó a buscar los anillos, nos dijimos los votos y nos pusimos los anillos el uno al otro y nos declararon marido y mujer y nos dimos un gran beso. La ceremonia la finalizamos con la canción de Don’t stop me now de Queen mientras nos tiraban arroz y pétalos y nosotros bailábamos y corríamos a dar besos a todos el mundo.
Una vez empezado el cóctel nosotros hicimos el reportaje fotográfico por la finca, mientras picábamos algo entre toma y toma y nos hicimos alguna foto en grupo.
Llegó el momento de entrar al banquete con la canción de los caza fantasmas (todo un show) todo muy divertido, hicimos el brindis y nos sentamos en la mesa dispuestos a cenar, me moría de hambre. La cena no pudo ser mejor, espectacular diría yo. Salmorejo cremosísimo, salmón con salsa de nata y cítricos, presa ibérica con crema balsámica, un sorbete de mojito. Luego hicimos en corte de la tarta (ficticia claro ya que pusimos postre) con la canción de juego de Tronos, y nuestros muñecos se los dimos a mi cuñado (el hermano de mi marido) y a la cuñada (osea a su novia) fue una gran sorpresa para ellos y mi cuñada se me puso a llorar.
Nos volvimos a sentar pues venía el postre, me lo comí y una vez terminé empezó a sonar The boot are made for walking de Nancy Sinatra, y cogí mi ramo y me puse a pasearme por la mesas y levanté a mi cuñada Laura y me la llevé, levanté a mi cuñada Yolanda, a mi hermana Natacha y a mi hermana Romy, las puse en el centro del salón y les di las piruletas de mi ramo a mis chicas, bailamos un poquito y nos volvimos a sentar para disfrutar del café y de los dulces, mientras nosotros repartíamos los detalles de boda.
Llegado el momento del baile de novios tuvimos que hacer llamar a media boda porque estaban fumando fuera jajaja. Una vez entraron todos los pusimos en medio de la pista, mi chico empezó a quitarse los zapatos (yo ya me anticipé a él y me los había quitado en la mesa presidencial) entonces empezó a sonar nuestra canción, You never can tell, de la película de Pulp Fiction. Bailamos genial, mi marido fue la sensación porque nadie se imaginaba que fuera a bailar y he de decir que lo hizo maravillosamente. Nosotros habíamos ensayado la versión corta, la de la escena de la película, pero nos pusieron la larga: tuvimos que improvisar como campeones, mi marido decía ¡que me he quedado sin pasos! Y yo: ¡No pasa nada y baila, hombre! Una vez terminó esa se enlazó con otra que habíamos pedido que se llama Going out in style de dropkick murphys, es una canción hardcore irlandesa para sacar a la gente a bailar y cuando la canción llegó a su climax eso fue lo que hicimos, sacamos a todo el mundo a bailar, yo me tiré por el suelo he hice la loca todo lo que quise y más si cabe decir. Aquí fue donde se abrió la barra libre y la fiesta (Se me ha olvidado deciros que en medio del banquete la naturaleza mensual quiso hacerme una visita jajajaja, pero ya lo tenía previsto y enseguida fui al baño porque esas cosas se notan antes de que pueda ir al más y no me causó ninguna molestia en toda la noche, vamos como si nada hubiera pasado, y yo tan feliz).
El fotógrafo aprovechó para hacernos fotos en grupo más de cachondeo con los accesorios del photocall, bailando, etc. Después de eso tocaba lanzar el ramo, llamé a todas las solteras para que se pusieran en posición, y cuando empezó a sonar la canción 2001 odisea en el espacio hice tres amagos de lanzamiento hasta que la música por si sola me indicó el momento de lanzarlo y lo capturó una compañera de trabajo de mi marido (felicidades Ana).
A las 12 de la noche dedicamos la canción de carros de fuego a mis suegros porque su aniversario de boda es el 13 de septiembre, y además era el cumpleaños de mi cuñado y le pusimos una canción de cumpleaños en versión heavy. Ya no quedaba nada más por hacer, solo disfrutar. Nosotros disfrutamos cada momento de la boda intensamente, de principio a fin, no nos dejamos nada de nada, pero nuestro hijo lo gozó más que nadie, y saber que siempre tendrá ese recuerdo, el de la boda de sus padre, me hace sentir muy feliz porque siempre podremos recordarlo juntos, y cuando miremos las fotos estará el ahí. Espero que os haya gustado mi crónica y hayáis disfrutado leyéndola. A las que os vais a casar os recomiendo que hagáis como nosotros y no os dejéis llevar por la nube y disfrutéis de cada minuto de la boda que se pasa volando (nosotros nos anticipamos a esa sensación y pudimos gozarlo como nadie, mi pobre suegra no puede decir lo mismo porque no recuerda las dos primeras horas por culpa de los nervios, y los nervios se pueden dejar a un lado). Así que aprovechad el tiempo, ya que tanto preparativo merece cada segundo de atención y disfrute. Un beso.
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