La boda de Valeria y Eduardo en Ribadavia, Orense

El día de nuestra boda

Poniéndonos un poco en contexto, hace 1 año, con las vistas de París como testigo, decidimos casarnos tras 10 años juntos. Con gran ilusión, y algo de incertidumbre, tomamos la decisión de casarnos en Galicia, ya que ambos somos canarios afincados en Sevilla, pero las raíces nos llevaron hacia el norte.

A mediados de marzo de 2020, como ya imagináis, nos vamos haciendo a la idea de que la boda tiene altas probabilidades de no celebrarse, pero aun así decidimos seguir adelante con la organización, y sólo cancelarlo si no hubiera otra opción, contemplando incluso realizar una boda íntima, sólo con el núcleo familiar.

A mediados de junio, con toda la maquinaria funcionando, se da un período de ventana, en el cual se nos permitía celebrar la boda de nuestros sueños, mientras mantuviéramos ciertas garantías, así que decidimos celebrarla, y trabajar para que cada invitado estuviera seguro.

Y así llegamos al 8 de agosto, con una mezcla entre nervios por la celebración, y ganas de que llegue el momento tras tanto preparativo e incertidumbre. Nos casamos en la iglesia donde los abuelos del novio se casaron en su día, rodeados de nuestros seres queridos, quienes se aseguraron de llevar mascarilla y respetar la distancia de seguridad, para que nosotros pudiéramos disfrutar mejor de la ceremonia.