La boda de Valentín y Pedro en Jadraque, Guadalajara
De noche Primavera Azul 6 profesionales
V&P
02 Abr, 2022El día de nuestra boda
Os cuento qué tal fue nuestro día...El día empezó bien, ese fin de semana nos quedábamos a dormir en una casa rural con varios amigos, por lo que les "engañamos" para que nos ayudasen a montar todo en el Castillo. ¿Os habíamos dicho que nos casamos en un castillo medieval? El acceso al castillo es estrechito y con una rampa muy pronunciada, por lo que subir las sillas para que se sentasen los invitados resultó un buen trabajo de cardio para empezar el día y soltar algo de tensión.
Tras la firma con el alcalde nos fuimos a vestir para la ceremonia con la familia. Cuando contratamos al fotógrafo, nos dijo: como sois dos chicos, será más o menos una hora con cada uno, que no lleváis peluquería con recogidos de vértigo ni nada similar. Pensé para mí, ¿una hora? Pero si yo me visto en 2 minutos cada día y me sobran 1:45... Ese día se pasó una hora y cuarto y casi faltó tiempo: entre las poses, los "ahora ponte esto", "ahora tu hermano te pone esto", "tu madre aquello", ¿dónde está el perro? ¿Quién viene ahora? Etcétera, etcétera. A mí se me hizo muy corto.
Seguir leyendo »Además de mi traje, para vacilar un poco a los invitados/as, me puse encima una sobrevesta medieval con mangas de cota de malla, una capa, espada real, corona... Todo un rey medieval. Los invitados flipando. Además, algunos que sabían que entre los novios no nos habíamos enseñado traje ni dicho como era, preocupados por si mi, ya marido, iba con traje tradicional y yo de medieval... Por si quedaba "extraño".
Los invitados fueron llegando y mi entonces novio, también. Cuando iba a empezar la ceremonia, al DJ se le congeló la batería del portátil, por lo que nos quedamos sin música. Además, el generador que habían traído se paraba cada dos por tres, por lo que si todo seguía así, ni música, ni micros, ni magia, ni ambiente... Tocó esperar hasta solucionarlo. Se consiguieron soluciones entre móviles y altavoces, el generador se puso en marcha y se inició todo.
Pasaron los padres, que hasta ese momento no sabían nada; después el niño de las flores, que estuvo muy gracioso. Me tocó mi turno y andé junto a mi hermano hasta el inicio del pasillo. Allí nos paramos, y con ayuda de mi prima, quitaron cremalleras y botones de presión para hacer desaparecer con un tirón hacia un lateral toda la indumentaria medieval, capa incluida; y mi traje de novio apareció, para la sorpresa de todos. Llegué algo emocionado a la zona de delante, puesto que allí en primera fila estaba mi padre (recientemente operado de un cáncer agresivo).
Después llegó mi marido junto a su hermana, él sí que iba tapado con una capa (habíamos quedado en eso) que se quitó antes de pisar el pasillo para mostrar su traje (¡wow, qué guapísimo iba!). Pasamos la ceremonia con algo de frío, emociones, lloros, muchas risas. Se levantó un aire frío que nos hizo sufrir un poco, de no haber estado esperando los 30-40 minutos hasta recuperar el tema de la música, creo que nos lo habríamos evitado, pero es un punto más para contar sobre la ceremonia.
Todo el mundo estuvo muy emocionado durante la ceremonia. Las personas que hablaron nos dedicaron palabras muy, muy bonitas; contaron anécdotas vividas juntos y compartieron con el resto de invitados muchas vivencias y locuras. Tras la ceremonia nos quedamos por el castillo con el fotógrafo haciéndonos fotos mientras el resto de invitados bajaba a disfrutar del cóctel.
La parte exterior del castillo en la que daba el sol nos hizo soportar mejor el temporal durante las fotos. Tras las fotos y más posados, bajamos hasta el restaurante y nos hicieron un gran recibimiento con aplausos y vítores. Tras el cóctel se abrieron las puertas del salón-comedor, todo el mundo buscó su llave con llavero (era el primer detalle-regalo que les hacíamos, la llave es un abre-botellas y el llavero estaba personalizado con el nombre; ambos marcaban la mesa que les tocaba en un tablero). Entramos bailando con la canción "Nada de esto fue un error".
La cena estuvo genial, comimos muchísimo. Entre el segundo plato y la tarta, nuestros amigos nos pusieron una proyección con vídeos que se habían grabado ellos, estuvo muy divertido. Nos dieron regalos chulos, regalos-trastada (con eso me refiero a un tarro con candado de combinación y los números estaban escritos en unas mini-lentejas en un bote...). Cortamos la tarta con mi espada medieval. Después todo el mundo, a la zona del baile. Mi marido y yo ensayamos justo antes de ir a la zona del baile la canción sin música, nos salió perfecta... Al llegar allí, empezamos a bailar y ambos en blanco. Nos equivocamos, improvisamos y quedó más o menos.
El resto de la noche se pasó entre copas, risas, bailoteos, fotos, fotomatón y chuches... Fue un día estupendo, lo disfruté mucho. Lo único malo que todos los días de preparación, los detalles, los nervios, las comeduras de cabeza sobre dónde colocar a la gente, etcétera, pasaron en un ratín volando, se nos pasó el día muy, muy rápido... Así que todo el mundo nos ha pedido repetir la boda un día de estos. Y ese fue nuestro día.
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