La boda de Tomeu y Nani en Petra, Islas Baleares

Cuando llegó mi hijo para hacerme entrega del ramo me emocioné tanto que tuvimos que parar de hacer fotos, ¡porque cada vez que lo miraba me ponía a llorar! Fue un momento único que no olvidaré nunca... Salimos para la finca, ¡no habíamos recorrido ni dos manzanas cuando llama la novia de mi hijo que no le arranca el coche! Así que tuvimos que volver y después de intentar ponerlo en marcha, sin conseguirlo decidimos que se viniera con nosotros en el coche. Durante el camino iba recibiendo watsaps de los amigos... Unos diciendo que no me diera prisa en llegar que faltaba mucha gente, otros que ellos iban a ducharse en ese momento, que para la hora de la cena estarían allí... Todo de broma claro, ¡pero hasta que no llegué a la finca no lo supe! Así que decidí darle el móvil a mi madrina, quería seguir igual de tranquila.

Al llegar a la finca Son Caló Perita Events una gran nube negra nos esperaba justo encima de la finca, por suerte no llovió y todo pudo realizarse tal y como habíamos planeado. Al bajar del coche mis nervios, que hasta ese momento no habían dado señales de vida, aparecieron... ¡Me puse a temblar de tal manera que hasta andando se me notaba! La música empezó a sonar y junto a mi hijo emprendimos el camino hacia el altar, donde me esperaba el amor de mi vida... ¡iba tan guapo! Cuando conseguí ponerle el prendido nos cogimos de la mano fuerte y ahí ya me tranquilicé (aquí hago un inciso, cuando le puse el prendido yo fui a darle un beso en la boca y él me hizo la cobra y me soltó dos castos besos en las mejillas, ¡se lo eché en cara toda la noche! Me dijo que de los nervios no sabía si besarme en la boca o no ).

La ceremonia fue preciosa y muy emotiva, cuando salieron a leer nuestros amigos... Los dos nos sentimos las personas más afortunadas del mundo. Todos los invitados se emocionaron muchísimo con nuestros votos, a día de hoy lo recuerdo y me sigo emocionando. Mientras los invitados socializaban entre ellos a la hora del cóctel, nosotros nos hicimos fotos a solas y fue un momento mágico ya que desde que empezó el día era nuestro momento a solas... Disfrutadlo a tope ya que ese momento dura muy poco. En la cena nuestros amigos nos prepararon una gimcana entre plato y plato que fue muy divertida, pruebas cortas de 3 minutos máximo, que iban desde terminar de montar las mesas, conseguir 12 zapatos distintos de mujer, 15 corbatas, americanas, que los invitados bailasen la conga... ¡Y luego devolvérselo todo a sus dueños! Me reí muchísimo.

¡La cena fue espectacular, a mes y pico después de la boda aún nos siguen diciendo que todo estaba riquísimo y que ha sido de las bodas más divertidas a las que han ido! El catering de la finca es a cargo del restaurante Sa Creu en Petra Palma Eventos fue la encargada de nuestra tarta y montar nuestra mesa dulce, ¡que fue todo un éxito ya que no sobró nada! El photocall que montamos nosotros también fue todo un acierto y nuestro libro de firmas realizado por La Guinda está lleno de felicitaciones y dedicatorias que guardaré como oro en paño. Nuestros paipáis y los jabones que dimos como detalles a los invitados son de El Armario Giratorio y los sombreros de Amazon... Os aseguro que volvería a repetir ese día tal y como fue, no cambiaría nada, ni pondría, ni quitaría... La única pega, si se le puede llamar así, fue el vestido... De haberlo sabido le habría pedido a la modista que me subiera el bajo uno o dos centímetros más ya que en el césped me lo iba pisando, ¡y me costó mucho llegar al altar con dignidad y sin tener que pararme a sacarme el vestido de debajo de los zapatos! ¡Por lo demás todo perfecto!