La boda de Tobias y Anabel en Salamanca, Salamanca
Rústicas Verano Rosa 5 profesionales
T&A
01 Ago, 2020El día de nuestra boda
¡17 días felizmente casados! Nos casamos el 1 de agosto, el día que queríamos. Ha sido una organización horrorosa con esto del Covid, pero todo ha merecido la pena. Ahí va nuestra boda: Llegué al hotel a las 14:00, me duché y me instalé. A las 14:30 llegó mi amiga y peluquera, me secó el pelo y nos pedimos algo a la habitación para comer. Después de comer, siguió preparándome. Fue un alivio tenerla a mi lado, ya que, por su cercanía, hizo que me sintiera muy a gusto y que me tranquilizara. Por cierto, improvisamos el peinado porque quería algo totalmente diferente a lo que me hice en la prueba. Llegaron mi madre, la mujer de mi padre y mis hermanas sobre las 18:00. A las 18:30 llegó el fotógrafo y ya me vestí. Le di a mi madre de regalo una emotiva carta. Un poco más tarde, llegó mi padre y me entregó el ramo. A él también le di una carta y nunca vi a mi padre tan emocionado.
Como medio suiza que soy, llegué puntual a las 19:30 a la ceremonia. Algunos iban con mascarilla y otros no (no nos obligaban a llevarla, pero sí lo recomendaron). En ese momento me temblaban las piernas, pero fue ver a mi marido y se me pasó todo. Ceremonia cortita, como a mí me gusta. Con bienvenida, 4 lecturas preciosas, notario casándonos legalmente, anillos, beso y despedida. Calculo que duró como 20 minutos. Después fue el cóctel y nos sorprendió la tuna, un regalo de una de mis hermanas que nos encantó. El cóctel fue perfecto, todo muy bonito, la comida buenísima y el ambiente perfecto. La única restricción que hubo fue, que no pasaban los camareros con una bandeja, sino que nosotros teníamos que ir a puestecitos y que los camareros nos sirvieran de todo un poco en el plato (todo con cristal de metacrilato).
Seguir leyendo »No me molestó para nada esta restricción, es más, pienso que deberían hacerlo siempre así. Se me pasó volando esa hora y media. Entremedias fui a la habitación a cambiarme de zapatos, no soporto los tacones y me puse cuñas. Llegó la hora de entrar al restaurante con una de nuestras canciones: Something just like this de Chainsmokers y Coldplay. La gente estaba de pie con bengalas.... Fue otro momento inolvidable. Mi marido suizo (que no habla español) dio un discurso en alemán y español, no pude estar más orgullosa de él, dando las gracias a todos por haber venido aun teniendo una situación tan complicada con el Covid. En medio de la cena dimos dos ramos: uno a mi hermana mayor, que nos ofició la ceremonia y otro a la mujer de mi padre ya que también nos ayudó mucho con la boda. Mi ramo de novia lo dividí en 3: 2 partes para dos amigas muy especiales y una parte para una de mis hermanas.
La comida fue un manjar, todo buenísimo. Hicimos el corte de tarta, como tiene que ser. Otro momento bonito. Llegó el momento de nuestro baile: Forever young de Alphaville, canción que nos chifla. A mitad de canción cambiamos de pareja, yo con mi padre y mi marido con su madre. Este fue uno de los momentos más especiales para mí. Mi padre se abrazó a mí fuerte y no paraba de decirme cosas bonitas que nunca me había dicho al oído. Y llegó la barra libre. Mucho alcohol, palomitas, música, muchos bailes y un cachondeo increíble. Por desgracia se acabó a las 02:00, ya que justo ese día entraba la nueva ley en vigor de que el ocio nocturno cerraba a las 02:00. Al ser solo 65 invitados, pudimos bailar o hablar con absolutamente todos. Una parte de los invitados se fueron a dormir, otros a casa de mi padre, otros se fueron a seguir celebrando a la plaza mayor de Salamanca hasta las tantas... Y mi marido y yo a la suite nupcial.
Fue un día inolvidable y lo disfrutamos al máximo. Lo repetiría una y mil veces más. ¡Os dejo unas fotos para que veáis lo maravillosos que fue todo! Chicos/as que nos casamos en 2020, ¡lo hemos conseguido!
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