La boda de Tere y David en Jerez De La Frontera, Cádiz

Casi al mismo tiempo contratamos el salón Torre Estrella de la Bodega Álvaro Domecq, un lugar exquisito si te gusta lo rústico.

Y, por último, decidimos la música, fue lo que más nos costó, aunque al final contratamos a los chicos del Diad, junto con el Castillo del Duende. No pueden faltar si tienes niños, se lo pasan genial.

Bueno, en cuanto a nuestros trajes, el mío lo conseguí muy barato en una oferta de Pronovias. Lo compré unos cuantos meses antes casi al 70%, al igual que el velo. Los zapatos los compré en Menbur a juego con el vestido, pero pensando que los pueda usar nuevamente. La lencería la encontré en Entra (Valencia), y el resto de los accesorios me los regalaron y prestaron.

Mi bouquet y las flores para el coche las encargué en los Claveles de Olmedo (Jerez).

En cuanto al traje de David, lo compró en JM Cordón, en Jerez. Quedó encantado con el personal y la profesionalidad.

Tuvimos mucha suerte, ya que nuestras familias nos ayudaron con la decoración de la iglesia, el diseño de los trajes de damas (2 niñas y un niño), los canastos, el arroz, el cotillón para la fiesta… Se lo agradezco a todos, son unos genios.

Antes de la iglesia, David estaba de los nervios, como todos. Estuvo listo el primero. Yo estaba tan tranquila que ayudaba a todo el mundo a vestirse porque había tiempo, tanto que casi se me hace tarde. A la hora de ponerme el vestido, ninguna de mis amigas ni mi familia podían entrelazar las cintas del corsé de los nervios… Sí, de morirse, pero la ayudante del fotógrafo me salvó.

De toda la paz pasé a los nervios, así que no se le ocurra a ninguna vestirse la última. Por suerte, ya estaba maquillada y peinada, ya que me lo habían hecho en la peluquería (Woman), además me ahorré otro dinero.

La ceremonia religiosa nos encantó, el cura que nos casó la hizo muy amena y familiar, y creo que todos los nervios que teníamos se nos olvidaron en ese momento. Nos acordábamos de nuestros amigos que nos decían que nos relajáramos para luego poder recordar todos los detalles. Es difícil, pero creo que entre ambos lo conseguimos bastante.

A la salida, besos a casi todo el mundo y visita veloz para sacarnos fotos en la catedral y en el jardín botánico. Después un recorrido por la avenida, donde había un montón de moteros, ya que coincidió nuestra celebración con el gran premio de la Moto GP. Nos hubiera encantado hacernos unas fotos, pero la policía estaba demasiado controladora, una pena.

En la celebración, al llegar el venenciador, nos esperaba con una copa y estaba todo el mundo entretenido con el aperitivo. El que tenga familia fuera de Andalucía, que nunca falte el venenciador, nuestros amigos de Valencia quedaron encantados, ya que no es algo típico de esa zona.

Al entrar en el salón, lo vimos todo arreglado tal como queríamos, y eso en fracciones de segundo. Te llena de tranquilidad. Con nuestro tema favorito, nos venenciaron unas copas a nosotros y a nuestros padrinos, y luego ya comenzó la fiesta. Pasó todo superrápido, comimos, bebimos, saludamos a nuestros amigos y familiares, bailamos y cuando menos nos lo esperábamos, ya terminó todo.

Un consejo, no se agobien, siempre hay pequeños inconvenientes, pero que eso no empañe un día tan especial y esperado como tu boda.