La boda de Sinfo y Margabel en San Fernando, Cádiz
Elegantes Primavera Blanco 4 profesionales
El 26/05/2018 78 1 0
S&M
26 May, 2018
El día de nuestra boda
Me desperté temprano pero muy tranquila, ducha y desayuno completo, mientras mi peluquera peinaba a mi hermana y mi madre, después me tocó el turno a mí. Belén, mi peluquera, aun cuando yo estaba un poco insegura por cómo quedaría ese día el peinado y maquillaje, dio en el clavo a la primera, mucho más rápido y mejor que en las pruebas, quede encantada. Fotógrafo y videógrafo, de escándalo, yo no quería que pareciera la casa un show, fueron discretos y me reí con ellos durante los preparativos. Llego mi ramo, me encantó. Ese sábado nos cogió un día buenísimo, los días anteriores había incluso llovido, había amenaza de lluvia, pero nada más lejos de la realidad, gracias a Dios, el tiempo fue buenísimo, el sol calentaba bastante.
Mis padres me regalaron el coche para llegar hasta la Iglesia un Rolls Royce espectacular, de peli. Íbamos genial de tiempo, nos casábamos a las 12, y a menos cuarto ya me estaba montando en el coche, de hecho tuvimos que esperar un poco en una calle cerca de la iglesia porque unos familiares habían tenido problema con el transporte y no iban a llegar antes que yo. Y finalmente llegamos mi padre y yo.
Seguir leyendo »Todo perfecto, solo unos pocos estaban fuera esperándonos, los demás tal y como yo quería estaban dentro de la Iglesia esperando. Dos grandes músicos y mejores amigos, tocaban la canción con la que siempre había soñado casarme, el Canon de Pachelbel, tocado con cariño y maestría. Eso sí, entre por la puerta de la Iglesia y comencé a llorar a moco tendido. Una ceremonia preciosa, muy cuidada y preparada, rodeada de familia y amigos. Y nos dimos el sí, quiero. Increíble, súper corto me pareció.
Después llegaron las primeras fotos de millones. Ya como Marido y Mujer nos montamos en el coche, y fuimos camino del Parque donde nos hicimos las fotos, un sitio sencillo, pero verde como buscábamos o sobre todo yo buscaba. Llegamos al convite con los aperitivos empezados como ya imaginábamos, comimos algunos, pero todo el mundo quiere fotos. Un poco de agobio pero llenísimos de felicidad. Comida perfecta, no falto la bebida, el DJ fue genial, muy atento a si nos parecía bien el volumen, y cada petición que teníamos la cumplía. El baile, no nos dio tiempo a prepararlo mucho, ensayamos un día, fue corto pero quedamos encantados, además dimos a nuestros invitados unas bengalitas para ese momento con lo cual se distraían con ellas y no nos prestaban tanta atención que es lo que queríamos.
Un día muy corto, inolvidable, que hay que aprovechar y exprimir al máximo, no pude parar de sonreír de tanta felicidad.
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