La boda de Sergio y Cristina en Cubas De La Sagra, Madrid
Rústicas Otoño Rosa 11 profesionales
S&C
01 Oct, 2022El día de nuestra boda
Bueno, pues tras un año y medio de preparativos, llegó nuestro día. Yo soy de Aranda de Duero en Burgos y quería casarme allí, pero hago un llamamiento a mi pueblo, ¡proveedores a ponerse las pilas! Aquello está anticuado y sin experiencia en coordinación, que vimos todas las fincas y salvo alguna, un desastre. Finalmente, buscamos en Madrid, donde vivimos y fue la decisión más acertada. Tener todo cerca durante los preparativos fue un alivio.
Filomena nos llevó hasta la Casona de Cubas, en Cubas de la Sagra, tras buscar fincas durante un par de meses, entre la nieve apareció la Casona junto a Pablo y a Celia, que unido a su equipo Casseroles fueron los mejores proveedores que podíamos haber tenido.
Queríamos una finca en la que la piedra y los árboles, por eso de ser en otoño, destacasen. Unido a espacios separados para cada momento y decoración de nuestro estilo y, sobre todo, flexibilidad y comida de diez. Y esta finca lo tenía todo. Preparamos algunos detalles que los invitados agradecieron, pero el grueso de la decoración era de la finca y el buen gusto de sus dueños. Lo dejo por si sirve de idea a otras parejas: cartel de bienvenida, tarjetas con mensajes personalizados por grupo o por invitado, las pusimos en medio de cada mesa del banquete porque no queríamos marca sitios. Pusimos un corcho (colección de vinos y de momentos) para sujetar cada tarjeta porque soy de zona de vinos. Amenities muy completos, había hasta pegamento. Pensé en todo lo que me había pasado en eventos.
Seguir leyendo »Detalle de pañuelos de fiestas para mis amigos del pueblo, verles a la entrada al banquete agitándolos fue emocionante. Candy y salty bar: los frutos secos eran esenciales para nosotros, no solo dulces. Para no parar tanto la boda dejamos el regalo de los invitados y alguno especial con el nombre en el centro de las mesas. Mesa de niños con cuidadora: la mejor decisión para todos, les hicimos bolsitas de chuches y juguetes. Violín eléctrico: 3 pases de 2 canciones en la barra libre. Fliparon. Fotomatón: si vuestros invitados son de este rollo, es esencial. Cuando vemos el álbum es genial. Rincón de fotos con familiares y amigos y cuadro de firmas: no queríamos video de fotos ni árbol de huellas y fueron alternativas, ahora tenemos el cuadro con dedicatorias en el salón. Lámina de nuestra historia: hicimos una lámina explicando nuestra relación y gustó para aquellos menos conocedores. Mariposa en copa: mariposa de papiroflexia para “sois los siguientes”, fue una opción sin complicaciones y un guiño que agradecieron los siguientes. Se metió en la copa de la mesa en la que iba cada pareja.
Nos cambiamos en la finca, cada uno en su habitación, con su familia. Mi chico dejó cosas para montar esa mañana porque decía que tendría tiempo, no fue así y suerte que el personal de la finca lo hizo. Consejo: no penséis en hacer nada ese día salvo vuestros preparativos. Yo iba mentalizada de disfrutar y estuve desde la habitación muy tranquila, mi madre estaba histérica, eso sí. La peluquera peinó y maquilló primero a mi hermana y mi madre y la última a mí para que me durase más, por lo que pude dar vueltas por la finca y ver todo el proceso de montaje.
Me vistió mi hermana con mi precioso vestido de Silvia Fernández (esencial por tema delicadeza y botones llevar a alguien que mantenga los nervios a raya) y nos hicimos las fotos.
Casi salgo sin ramo, pero mi peluquera (Eva leal) se dio cuenta, y menos mal porque fue de flores frescas, una obra de arte que adapté con Amanda López (está en proveedores) los últimos días para que fuese un guiño al otoño, ¡muy bonito!
Todo el timing se cumplió (salvo en los preparativos) gracias a todos los proveedores, peluquera, fotógrafo, finca, etc., que nos iban guiando, porque no teníamos experiencia en bodas, pudimos disfrutar de cada momento sin agobios y sin perder tiempo. Aparecí en la ceremonia, que fue en el jardín de la finca, y me derrumbé contra todo pronóstico al ver a mi futuro marido, es el momento más bonito, sentir que es real y ya es vuestro día. Había ensayado y yo nunca lloro, pero puse cara de emocionada al máximo al verle, dejarse llevar es lo mejor ese día.
La ceremonia fue totalmente personalizada, con votos y nuestra música, con el juez de paz de maestro de ceremonias, emotiva y corta como queríamos.
Nos hicimos una pequeña sesión de fotos en la finca porque tendremos postboda y estuvimos en el cóctel, es el momento de mayor estrés porque todo el mundo quiere sacarse fotos y hablar a la vez contigo. Habíamos hecho la lista de música porque no queríamos la música típica de cóctel y fue un acierto, para motivar aún más a los invitados. Comimos poco por el nivel de emociones que se llevan encima, quieres exprimirlo tanto que comer es secundario.
En el banquete entramos con la mujer de verde de Izal y lo dimos todo junto a los invitados, no tuvimos más de dos parones para sorpresas (padres y hermana, entrega de ramo) porque no nos gusta que se alargue.
En la barra libre, me quedé en blanco antes de hacer el baile, pero mi chico me tranquilizó, hicimos un miniensayo antes de salir y quedó genial. Fueron meses de ensayos y mereció la pena. Luego ya lo dimos todo.
Como en todas las bodas, hubo algún fallo que os dejo como consejo desde la experiencia, aunque nada empaña el día, estás en burbuja total y nosotros, un mes después, seguimos así. Pensad bien quién os acompañará en la habitación, es importante al menos una persona que mantenga todo en orden sin los nervios. Revisad las veces que hagan falta el protocolo de mesas, la de mi hermana estaba mal colocada y estuvo más lejos de lo que quería. Cero disgustos previos por gente que os dirá que no va sin motivo de peso, ese día no echas de menos a esa gente. No miréis el tiempo hasta la misma semana, me llevé disgustos dos semanas antes por lluvias y tuve un día de verano. Revisad en la tienda el vestido antes de llevarlo a casa, yo tuve que volver por unas manchas y el velo no lo revisé y tenía un fallo que, por suerte, mi peluquera arregló el día de la boda.
Música: la de los momentos, sobre todo entrada al cóctel y banquete que sean muy vosotros. Zona de fumadores cerca de la barra libre, si no pierdes a los invitados. Lo habíamos visto en otras bodas y lo tuvimos en cuenta, aun así les atrapa. Algo que hicimos y es un consejo esencial, disfrutad de los preparativos y del día, todo pasa volando y sobre todo parad ese día y dedicaros un rato a los dos.
Algunos consejos más: delegad en alguien para los preparativos; arreglarse los padres, hermanos y los novios, puede ser muy caótico, yo no lo hice y se fue el timing de esa parte al traste. El resto no porque Casseroles en coordinación estuvo de diez durante toda boda, pero el fotógrafo tampoco me dijo recoged esto o lo otro ni vamos tarde (salvó bastantes fotos aun así)...con lo cual los preparativos fueron un poco caos. También en relación al fotógrafo, rodearos bien de alguien que entienda y os asesore para elegirlo, los novios no somos expertos en fotografía y podemos equivocarnos.
Volvería a repetir ese 1 de octubre, fue un día de reunir y disfrutar al máximo. Una sensación de felicidad plena.
Servicios y Profesionales de la Boda de Sergio y Cristina











Otras bodas en La Casona de Cubas
Ver todas
Otras bodas en Madrid
Ver todas

Complejo La Cigüeña

Complejo La Cigüeña

La Masia de José Luis
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario