La boda de Sara y Diego en Pozo De Guadalajara, Guadalajara

El día de nuestra boda

Bueno, pues ya ha pasado más de un mes de nuestro gran día. Fue uno de los días más maravillosos de mi vida (porque espero que haya muchos más). Todo salió como esperábamos y la mayoría de los invitados se lo pasaron en grande.

Cuando me levanté ese día no me creía que fuera mi día, un día tan especial, y así pasé todo el día, sin percatarme que todo iba conmigo, que yo era la novia, y es que no te das cuenta hasta que te ves en el altar casándote, y aun así, te vas acordando y dando cuenta de que todo ha pasado cuando ves las fotos. Apenas nos pusimos nerviosos, en parte por ese motivo. A pesar de ser tan corto y estar un poco en las nubes, ahora lo recuerdo todo muy bonito y especial.

Cuando llegó el fotógrafo a mi casa yo estaba tan tranquila, esperando a que mi hermano y mi madre se terminaran de arreglar... y a partir de ahí, las fotos, la llegada de mi familia y amigos, la salida, ¡se me pasó volado! Cuando entré a la iglesia y vi a mi chico me pareció un sueño, mi padre estaba más que emocionado, así que procuré no mirarle mucho para no llorar. Llegué al altar, miré a Diego y nos reímos.