La boda de Sandra y Víctor en Ribaforada, Navarra

Luego me tocaba a mí ir para allí y salí a las 14.00. Directamente me fui a casa a comer porque a las 14.30 tenía que estar maquillándome, mientras comía estaban mi padre, mi madre y mi hermana mirándome con una cara… No podían quitar la sonrisa de su boca y mi padre me cogía la mano y me decía: ¿estás tranquila? Yo le contesté que sí, ¡ellos estaban mucho más nerviosos que yo! Y eso que yo nunca, nunca, nunca suelo estar tranquila pero ese día no sé por qué no estaba nerviosa.

Llegué a casa a las 15.30 y me fumé un cigarro, me lavé los dientes y empezaron a vestirme. Ahí ya me empecé a poner nerviosa. Vino la peluquera a ponerme el velo y justo cuando vino el fotógrafo empezó a diluviar, un tormentón de miedo. No me lo podía creer que me estuviese pasando a mí, además todos entraban corriendo de lo que llovía, todos se querían hacer fotos conmigo y yo me agobié bastante. Yo solo quería que parase porque lo único que quería era ir del brazo con mi padre hasta la iglesia (en mi pueblo es costumbre ir andando a la iglesia, tanto el novio como la novia). Diez minutos antes de las 6 de la tarde paró de llover, me remangué el vestido y le dije a mi padre que saliese, que íbamos a ir andando. Mi sorpresa fue que se asomaron mis invitados a la esquina y me hicieron pararme porque el novio estaba llegando entonces a la puerta de la iglesia y si no iba a llegar yo antes que él.

Ya una vez que vi a mi novio esperándome ahí me tranquilicé y dije: “Bueno, ya está, lo que quería lo he hecho, ahora que llueva lo que quiera. Mi padre ya me ha traído del brazo hasta la puerta de la iglesia”. Pero ya no volvió a llover en todo el día.

La misa fue increíble ya que el cura que nos casó era amigo de las dos familias de toda la vida. Recordó a los abuelos y a una tía mía que ya no están de una manera muy muy bonita. Mi hermana me leyó una carta y mi cuñada otra a mi marido y mi madre nos leyó una carta escrita por unos tíos míos preciosa. Lo mejor fue que al ponerle el anillo a Víctor no le entraba y yo ahí intentando metérselo como podía y nada. Al final se lo metió él y todos riéndose.

Después de misa nos hizo el fotógrafo las fotos de los amigos y ya nos fuimos nosotros a hacernos el reportaje de boda. Ahí me desestresé, nos lo pasamos en grande haciéndonos las fotos. A mí me subieron a un escaparate de una tienda de ropa que estaban inaugurando, ¡me hizo fotos dentro del escaparate! Luego nos hicimos fotos por Tudela y en la estación de tren de Castejón (han quedado super bonitas).

Por fin llegamos al restaurante Marisol de Cadreita (un restaurante genial) y ahí nos estaban esperando todos. Estuvimos con ellos en el cóctel y luego entramos al salón con la canción de Bienvenidos de Miguel Ríos, todos con las servilletas por arriba y bailando.

Ya nos dieron unas copas para brindar y expliqué que en nuestra boda no íbamos a dar detalles porque habíamos donado el dinero a una asociación de disminuidos psíquicos y ellos nos habían hecho un detalle muy bonito, hicieron unos marcapáginas preciosos que pudimos dar a cada uno de nuestros invitados.

Llegó el momento de sentarnos para empezar la cena y de repente veo a mi padre coger el micro y ponerse en medio del salón mirando hacia la mesa presidencial. Me cantó la canción de "O Sole Mio" pero con algo modificado ¡y la letra hecha especialmente para mí! Todos los invitados se quedaron muertos y yo llorando sin parar de la emoción porque mi padre es tenor en la coral, pero nunca había cantado solo. Mi abuela casi se lo come a besos.

Durante el sorbete le dimos un regalo a las hermanas con la canción "Dreams" de The Cranberries y a una prima mía que es como mi hermana le di un ramo de rosas blancas y le puse la canción "Mi Reina" de Henry Mendez.

Antes del postre le di un ramo de chupachups y un detalle a las peques de la boda. Solamente teníamos dos niñas y les encantan las Monster High, así que les pusimos esa canción y a una amiga mía que está embarazada le dimos una tarta de pañales y una tarjeta con la canción "Chuchuwa".

Ya sacaron la tarta en un carrito decorado y echando humo de nitrógeno y nos cantaron los chicos de la orquesta la canción de "I´m Alive" de Celine Dion. Les había pedido por favor que la ensayasen y quedó perfecta.

Les dimos una figura de novios a mis abuelos y un trozo de tarta porque este año ¡hacen 60 años de casados! Les puse la canción de "Toda una Vida".

También dimos figura de novios a mi hermana y mi cuñado, a mi tía y su novio y a un amigo y su novia que se casan el año que viene. Era el cumpleaños de una prima mía y también tuvo regalo y unos amigos que cumplían el primer aniversario al día siguiente.

Los regalos más especiales los dejé para el final. El ramo de novia se lo regalé a mi madre, a mi suegra un ramo de rosas blancas y a los padres una botella de champán. Para ellos puse la canción de Amaia Montero y Tiziano Ferro "El regalo más grande".

Luego nuestros amigos nos trajeron una tarjeta y una caja enorme llena de tiras de papel para encontrar el número de cuenta (por cierto, ya lo hemos conseguido).

Mi cuñada nos regaló unas fotos de pequeños enmarcadas y junto a mi hermana nos hicieron un vídeo de toda nuestra vida juntos y un maravilloso photocall para la discoteca. Los amigos también nos hicieron otro vídeo y nos reímos mucho.

Por fin llegó el momento del baile. Bailamos los dos solos la canción de "Te amaré" de Marc Anthony y después el vals de las mariposas con todos.

Y ya discoteca con barra libre hasta las 6 de la mañana. Allí, pues como os imagináis, fiestón increíble. A las 6 nos fuimos todos en el autobús y la noche de bodas la pasamos en nuestra casa.

Solamente puedo decir que hasta ahora ha sido el día más feliz de nuestra vida.

Muchísimas gracias a la Comunidad de bodas.net porque de aquí he sacado unas grandes ideas y me han resuelto muchas dudas. ¡Gracias!