La boda de Samantha y Luis en Saelices, Cuenca

Al final, de todas las cosas que vimos, visitamos solo dos lugares y el segundo, sencillamente, nos encantó.

Supimos que iba a ser el sitio nada más estar allí.

Fueron pasando los meses, y entonces, se nos ocurrió una gran idea.

A los dos nos gusta mucho un videojuego que se llama Skyrim.

En él, un personaje llamado el Sangre de Dragón participa en diversas aventuras mientras se desarrolla la trama principal del juego, la guerra civil que amenaza a Skyrim entre los Capas de la Tormenta y los Imperiales.

Cada uno de los bandos tiene varios pueblos asociados a él, así, por ejemplo, en el Bando de los Capas de la Tormenta están Falkreath, Riften, Hibernalia... Y en los Imperiales están Carrera Blanca, Soledad y Mmarkath, entre otros.

Pensándolo así, nos dimos cuenta de que ya teníamos seating plan, pues los participantes de la boda iban a representar a diferentes pueblos de cada bando en la representación de la guerra civil y del videojuego.

Para conseguir esto diseñamos unos juegos que hicimos el sábado por la mañana pero esto lo cuento más adelante.

Para las invitaciones, dado que la boda era tematizada y la gente iba a tener que venir con su propia ropa medieval, decidimos hacer un libro, del estilo Skyrim, como los que encuentras en el mundo del videojuego. Esto implicó una suerte de aventura en sí mismo, y cada invitación, además de tener un coste elevado, supuso una media de 1 hora y media de trabajo.

Todas las invitaciones estaban pensadas de la misma manera, y al final los libros iban envueltos en poli piel y contaban con 8 hojas, siendo las dos centrales un mapa de llegada desde Madrid a la finca, tematizado con los iconos del mapa de Slkyrim. ¡Qué suerte que Sam sea diseñadora!

Además de las invitaciones, durante los meses previos a la boda estuvimos planificando todo lo que teníamos que hacer para que fuera perfecto: La pieza principal, un bloque de porexpan de 2x1x1.20, se convirtió con mucho trabajo y esfuerzo en una "Standing Stone" similares a las del videojuego, con su constelación incluida y las luces que salen de ella al tocarla.

Además de esto, hicimos la señalética (en madera de pino) pirograbada con la tipografía del videojuego.

Hicimos 4 escudos de madera con abrazadera y soporte trasero para la mano, cada uno de ellos representando a las ciudades que íbamos a tener en la boda: Carrera Blanca (el caballo), Soledad (el lobo), Riften (las espadas), y Ventalia (el oso).

También hicimos dos escudos más para poder usarlos para las fotos y para las peleas.

Por otro lado, los regalitos los hicimos en 4 fases: por un lado había 3 puntos de botín, ya que cada invitado contaba con su propia bolsa de loot (luego os cuento qué tenía dentro la bolsa) y el regalo principal, una cesta de mimbre con más de 80 jabones que hicimos uno a uno personlizados con una imagen de un árbol de la vida (similar a la de la pieza principal).

Tras terminar con la pieza principal, las invitaciones y los escudos y los regalitos, llegó la hora de hacer los juegos para la mañana del sábado: hicimos 1 caballo y 1 unicornio de cartón endurecido y con vestido de tela para las carreras de caballeros, un juego de "american warrior" con dos palos de madera grandes, rollo de burbujas para la parte que golpeaba y forrado de tela de colores (morado y dorado, para diferenciar los equipos), preparamos una cuerda para el tiro de cuerda por equipos y el último de los juegos fue el pañuelo.

Además de toda la decoración también nos ocupamos del candy bar y de llevar 5 cajas de sidra.

Ahora empiezo a relatar, en sí mismo, la boda.

El viernes 2 de noviembre llegué a la finca a medio día, Samantha llegaría más tarde con su familia.

Los invitados fueron llegando durante el día y por cada invitado que llegaba les llevaba a sus respectivas habitaciones.

Casas de Lujan cuenta con alojamiento tanto en el hotel principal como en unos bungalós y cabañas que tienen a escasos 2 minutos del lugar.

Es decir, acompañé a todos los invitados a sus bungalós.

El viernes fue un día relajado donde aprovechamos para estar con los amigos, sacar algo de la ropa medieval y hacer algunos juegos, carreras y demás. Sobre todo los jóvenes. Mi familia mientras tanto estaba llegando de Asturias.

A eso de las 22:00 pasamos todos a cenar juntos y luego no tardamos mucho en irnos a la cama. Yo he de decir que no cené mucho porque seguía llevando a la gente a sus habitaciones y ya estábamos en modo histeria total, jajaja.

Cuando la gente llegaba iban a la recepción y recogía una bolsa de rafia que contenía

1 moneda de oro (que tenían que dar en la cafetería el sábado para intercambiar por el desayuno).

1 pergamino con las instrucciones de la boda.

1 ficha de madera con la imagen de su equipo (lobo, oso, espadas o caballo).

La bolsa debían atarla al cinturón para ir metiendo dentro los botines.

Los botines eran:

1 llave – abridor.

1 brújula.

1 tubito con especias para ron / ginebra o infusión.

El sábado arrancó a las 10:00 de la mañana. La gente acabó llegando a la zona de juegos sobre las 11:00.

Allí estaba ya todo montado para empezar. Hicimos los equipos y empezaron los juegos. Al final de los mismos hubo un reparto de medallas para el equipo ganador.

Después de los juegos, que terminaron sobre las 14:00, la gente se fue a descansar, unos a comer y otros a seguir preparando cosas (yo, jajaja).

A las 17:15 estaba la gente citada en la zona de la ceremonia para que empezase el tinglado. David, el fotógrafo, llegó muy puntual y estuve hablando con él de cómo queríamos que fuera todo y un poco repasando últimos puntos.

A las 17:45 aproximadamente empezó la ceremonia. He de decir que yo estaba aquí con un nivel de estrés que tenía la vena del cuello que parecía la de un cantaor... La gente llegaba tarde, la ceremonia, se retrasaba, y la luz del sol, que era la que iba a guiar todo, empezaba a bajar...

Pero al final... ¡Magia!

Fue todo perfecto.

No os puedo dar muchos detalles porque tendría para escribir dos libros... Pero veréis las fotos más abajo.

Luego de la ceremonia, hicimos un photocall con toda la gente y el Monolito.

Pasamos a eso de las 20:30 al cóctel. Fueron aprox. 90 minutos de cóctel y he de decir que fue la parte en la que más me preocupé porque estaba realmente frío ese 3 de noviembre a esa hora, pero entre la comida que salía caliente, la estufa de seta que pusimos y la parrilla la gente... Aguantó como una jabata.

Luego pasamos al comedor, y allí la gente se sentó de acuerdo a sus equipos (todo estaba pensando para que la gente de los equipos pasara el día juntos).

Después de la cena hicimos el brindis donde agradecimos a todos los invitados que asistieran a nuestro día e hicimos la entrega de los jabones.

Aquí ya mi mujer me dio una sorpresa monumental cuando me dijo que me había comprado algo.

Yo ingenuo de mí le dije: ¿un barco (por eso del rollo vikingo)¿ Y me dijo que no... Pero que me había comprado unas tierras en Escocia que me otorgaban el título de Lord, jajaja, cosas de la vida, ¡ahora soy noble!

Pasamos a la fiesta y después de abrir el baile nosotros con una de nuestras primeras canciones, la gente empezó con la barra libre y a disfrutar... Pobres, aún no sabían lo que les esperaba.

La última sorpresa del día fue una batalla de bailes que habíamos preparado.

Esta vez no cometían entre ciudades, sino entre bandos, y separamos a los Capas de la Tormenta y a los Imperiales para simular la batalla de la guerra civil de Skyrim que os comentaba al principio mediante una batalla de bailes.

5 trozos de canciones para cada grupo y al final, como hubo un empate, ¡salieron mi hermano y un compañero de trabajo de mi mujer a hacer el baile final!

¡Fue espectacular!

La movida siguió y yo que estaba destrozado, pensé: Dios, hoy no aguanto... Bien, fui el último en acostarme a eso de las 6 de la mañana.

Y ahora os dejo por aquí fotos para que veáis el asunto, que creo que es más descriptivo!