La boda de Rubén y Mercè en Avilés, Asturias
De noche Otoño Marrón 6 profesionales
R&M
09 Sep, 2017El día de nuestra boda
Menudo día para casarnos, justo el día que la etapa de la vuelta a España de ciclismo, salía de Avilés y también se jugaba el derbi Sporting-Oviedo. Todo esto, por supuesto, se confirmó mucho más tarde de poner nosotros la fecha, pero los nervios eran inevitables, pues todos los invitados debían llegar y la carretera por donde se accedía al hotel se cerraba. Además de estar tiempo lloviendo y saliendo el sol a ratos.
Nosotros salimos mucho antes hacia el hotel para ir colgando el photocall, poniendo los detalles en su sitio, cambiarnos con tranquilidad, ayudar a algún invitado que se quedaba allí a dormir y justo casi detrás nuestro cerraron la carretera, entonces ya se sucedieron los Whatsapp, llamadas... por su suerte, fue por poco tiempo y todo el mundo fue llegando bien.
Una vez ya puestos los regalos en su sitio, tomado un bañito para relajarnos y dejado atrás los problemas de la gente que no llegaba, toca montar el photocall. ¡Oh, no! Nos olvidamos el photocall en casa, así que novio a la fuga corriendo con un amigo a casa a por el photocall. Una vez ya colocado, toca subir a cambiarse, pero problema... la novia ya ha comenzado a maquillarse, así que me cuelo en la habitación a por mi traje y zapatos.
Seguir leyendo »Una vez ya en habitaciones diferentes, toca la larga espera, ya que tengo que esperar a cambiarme para que venga el fotógrafo. Mientras, aprovecho para ir cotilleando por la ventana los invitados que van llegando al hotel para hacer el check in y cambiarse. Tras un rato llega el fotógrafo y Pipo, que estaba con la novia, por lo que me cambio, nos bajamos (Pipo y yo) al hall del hotel para estar un poco más tranquilos y distraídos, saludando así a familiares y amigos que ya van llegando, por lo que entre charla y charla, el tiempo de espera se pasa rápido y ameno.
Merce iba saliendo a la terraza para ver si habían montado todo fuera, pero tal y como estaba el tiempo de raro (llovía mucho y salía el sol), era mejor no arriesgar y montarlo todo dentro.
Llega la hora y viene la wedding planner el hotel, indicando a los invitados que ya deben ir bajando al salón. Me quedo sólo con mi madre y Pipo y los nervios vienen de golpe. Bajamos a la parte de los salones y esperamos un rato a que los invitados estén sentados en el salón donde se va a hacer la ceremonia, un pequeño momento eterno. Escucho la canción que daba paso a mi entrada y entro, con Pipo y mi madre, aquí los nervios se me van, llegamos delante del arco de flores precioso y me quedo solo con Pipo a esperar a Merce. Un momento un poco eterno, pero por suerte no me hizo esperar mucho, tan sólo hasta el final de la canción, que nunca se me había hecho tan larga como en ese momento.
Comienza la canción que da paso a su entrada y no puedo evitar emocionarme y más cuando la veo aparecer por la puerta. Llega a mi lado y le doy un beso, nos sentamos cogidos de la mano mientras la maestras de ceremonias comienza a hablar. Comienza la primera de las lecturas, de nuestra amiga Lerenna, muy emotiva, explica cómo nos conocimos y todos los momentos que hemos pasado juntos, todo ello escrito en papel de pergamino que más tarde nos entregará. Finaliza la lectura entre lágrimas, besos y abrazos.
Llega el momento del intercambio de los anillos, primero Merce repite las palabras que la maestra le va diciendo, pero con los nervios me lo pone en el dedo que no es y yo le digo muy bajito que no, que en este no es (más que nada porque no me entra el anillo en ese dedo) y lo cambio y le pongo el correcto (igual nadie se dió cuenta hasta que lo acabo de decir). Después me toca a mí, que se me entrecorta la voz al repetir las palabras.
La maestra de ceremonias continúa con la ceremonia y a continuación habla la prima de Merce, Gema, con un bonito poema. Al acabar Pipo, Merce y yo le abrazamos y le damos besos. Pipo cada vez que la gente aplaudía, se volvía loco ladrando, como diciendo que estaban todos locos.
Ahora toca la ceremonia de la arena, por lo que cada uno tomamos un botecito de color diferente y la vamos poniendo en un embudo en otra botellita pequeña de cristal, mientras repetimos las frases que nos dice la maestra de ceremonias. La arena no cae el todo bien y tenemos que ir sacuendiendo el botecito, tirando arena por fuera y todo. Aún así quedó muy bonito.
Llega el momento gracioso de la ceremonia y es que es el turno que le toca hablar a mi primo Abel. Hace una especie de monólogo que gustó mucho a todos, a pesar de que él se empeñó en que había a gente que no le ha gustado y se pasó el resto de la noche pidiendo disculpas a la familia de la novia (la del novio ya sabemos como es y que no tiene remedio).
Acaba la ceremonia, firmando simbólicamente (firmaremos en el juzgado un tiempo después), salimos entre los aplausos de todos los amigos y familiares y con kabukis, Pipo se volvió loco ladrando y saliendo corriendo, por lo que la foto bonita ha sido casi imposible.
Toca ir a hacer las fotos ahora que el tiempo ha dado una tregua en el campo de golf, una pequeña sesión de fotos de 15 minutos, que queda preciosa con el contraste con el verde y el sol saliendo timidamente.
Entramos hasta el salón del cóctel en el coche del primo de Merce, que con tanto cariño había pulido y lavado, ya que al hacerse dentro no pudo entrar Merce en él. Tomamos la primera copa como marido y mujer y comenzaron la típicas fotografías con amigos, familia,... entre saludos y felicitaciones.
El cóctel, hablando con todos un poco y bebiendo sidra recién escanciada, que tanto gustó a la familia Gallega, como a los amigos de fuera. La verdad es que en el cóctel bebí más que comer, ya que no se si era de tanto hablar, casi no tenía ganas de comer. Aquí pusimos el libro de firmas, uno de los niños lo tomó como el vigilante del libro e iba pidiendo a todo el mundo que firmara, por lo que tenemos bastantes firmas y dedicatorias. Vino el maitre y comentó que si lo deseábamos podíamos pasar ya al salón a la cena, ya que la gente se le estaba empezando a notar cansada, por lo que seguí sus sabias indicaciones.
La entrada al banquete hubo una pequeña confusión con la canción, queríamos el Will will rock you y nos pusieron el We are the champions, cosa que a los invitados del Barça no les gustó mucho. Creo que fue un fallo técnico nuestro, después estar escogiendo tantas canciones y escribirla mal.
La cena fue muy bien, un servicio de mesa muy cuidado y atento, a pesar de estar un poco más alto que el resto de mesas. Luego la gente nos comentó cosas que habían pasado (un niño se cayó, un charco de un vaso caído) que nosotros no nos habíamos enterado. Por lo que un 10 para los camareros y maitre. Al final repartimos todos los regalos y también para las parejas de algunos que no habían podido venir.
Una vez acabada la cena, teníamos la discoteca en una sala separada, por lo que mientras todos los invitados pasaban a discoteca, nos preparábamos para el baile nupcial, repasando en el móvil el vídeo con los pasos. La verdad es que este fue uno de los momento que más nervios tuve y no se ni si salió bien o no (más o menos según los vídeos que vi después), ya que yo estas cosas de bailar en público se me dan fatal.
Hubo problemas con la música desde el principio, que no se escuchaba muy bien, además de no poner la música que le pedimos desde el principio, aunque sí que la puso más tarde tras un pequeño toque de atención con un gesto mío al DJ. Casi al final de la noche el equipo de sonido dijo basta y se estropeó 30 minutos antes de que se acabara el servicio que habíamos contratado, lo solucionaron con los altavoces de la ceremonia y alargaron un poco más el tiempo contratado.
El photocall lo había diseñado yo mismo, ya que teniendo una mínima idea es bastante sencillo y te ahorras bastante dinero. Al tener que solamente imprimirlo en lona, solamente tienes que poder colgarlo de alguna pared u otro photocall. Las cámaras tipo Polaroid, nos las dejaron las primas que ya tenían, por lo que es buen idea pedir si alguien la tiene y comprar solamente los carretes por internet que salen más baratos.
Al llegar a la habitación estábamos muertos, pero todavía nos quedaron ganas para repasar el libro de firmas y ver las fotos del photocall.
Servicios y Profesionales de la Boda de Rubén y Mercè
Otras bodas en URH Zen Balagares
Ver todas
Otras bodas en Asturias
Ver todas
Palacio Conde Toreno
Palacio Conde Toreno
La Hacienda de La Llorea Golf
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario