La boda de Rubén y Jennifer en Zaragoza, Zaragoza
Vintage Verano Azul 8 profesionales
R&J
22 Jun, 2019El día de nuestra boda
Ya hace dos semanas de nuestro fabuloso y tan esperado día, ¡no tenga queja alguna! Después de tantos meses de preparativos y nervios podemos decir que ya ha pasado todo y sí, ¡la verdad que todo pasó super rápido! A lo que me quise más o menos centrar de la situación ya había terminado el gran día.
Estuvimos tanto mi marido como yo super nerviosos y ansiosos por vernos, por la mañana tanto él como yo nos lo pegamos en la peluquería haciéndonos un chapa y pintura para ponernos divinos (las fotos quedan para toda la vida). Mi marido tuvo la suerte que aquel día aún pudo comer, sin embargo, yo nada de nada... Entre nervios, salir tarde de la peluquería, últimos que haceres de última hora... No me dio tiempo ni de comer, pero lo bueno es que al llegar a mi casa tenía al videógrafo, fotógrafo y mis padres en el portal esperándome ¡yuju!
Proseguimos con las fotos y vídeos en mi casa, allí ya brotaba más la tensión y los nervios... A las cinco y media marcharon todos, menos mi padre y yo que nos quedamos a la espera de nuestro fabuloso coche nupcial, aclaración que fue un día muy caluroso.
Seguir leyendo »A las 17:40 bajamos de casa a montarnos en el coche nupcial, el cual me esperaba en la puerta de casa para llevarme a la iglesia dónde el entonces novio me estaba esperando junto a los invitados.
Al llegar a la zona parquing de la iglesia en el cual ya empezaba a ver a la gente hacer piña en la puerta de la iglesia para verme bajar del coche y marujear cada detalle de mi vestido... Me empecé a tranquilizar y a decirme a mí misma, “¡tranquila, todo está hecho ya, déjate llevar, disfruta al máximo, solo se vive una vez en la vida!”. En verdad iba nerviosa porque tenía al novio delante del coche esperándome y yo lo buscaba con la mirada inquieta hasta que me dijo mi padre donde estaba, de lo guapísimo que iba no lo reconocí.
Me abrió la puerta, me ayudó a bajar... Y cuando me vio ya en pie me dio un beso al mismo instante en el que sus ojos brillaban emocionados, le puse el prendido y ya partimos hacia el altar.
Primero entró mi madre con su padre, luego el novio con la madrina, luego mis damas de honor y por último mi padre y yo. Fue una entrada emotiva oyendo de fondo al coro rociero que habíamos contratado, la misa espectacular y ya tocó las firmas y la salida de los ya casados. No fue una salida común, porque en la salida le tuve una sorpresa a los invitados y en especial a mi marido, me estaba esperando fuera el coro rociero que nos cantaron una sevillana personalizada y la cuál bailé junto con un componente del coro (muy difícil bailar sevillanas con semejante vestido).
Después de la sorpresa vinieron los saludos a todos y las fotos... Lo cual se alargó más de la cuenta y ya todos directos a la finca El Lebrel a empezar la fiesta. Un poco de cocktail, bebida fresquita... Lloros, cena, sorpresas..., más bebida y por fIn el momento que más esperaba yo, el baile nupcial. Hicimos una coreografía preparada por la tía de mi marido acompañado de la canción de Dirty Dancing, fue espectacular, salió decentemente a pesar de los nervios y vestimentas.
Y terminamos con una gran fiesta en compañía de los nuestros, más bebida y más comida. Todo fue espectacular.
Servicios y Profesionales de la Boda de Rubén y Jennifer
Otros Proveedores
Otras bodas en Finca El Lebrel
Ver todas
Otras bodas en Zaragoza
Ver todas
Pabellon de Ceremonias Civiles
El Hábitat Sella
Palacio de Duques de Villahermosa
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario