La boda de Rubén y Alicia en Rosende (Sober (San Miguel), Lugo

El día de nuestra boda

¡Sin duda, el mejor día de mi vida!

¡Os vengo a contar el tan esperado día por todos los que nos animamos a celebrarlo!

Ya, en el momento en que me levanté de la cama, vi que era un día estupendo, me levanté sin necesidad de despertador y ya todo indicaba que iba a ser genial. Me fui a peinar y después vino la maquilladora a mi casa. Lo primero que me dijo fue “¡si es que brillas tanto que no te hace falta ni maquillaje!”.

Nos tomamos mi familia y amigos más cercanos un vermucito en mi casa antes de que vinieran los fotógrafos, ¡ya eso fue genial! ¡Cero nervios y cero preocupaciones! ¡Llegó el momento de vestirme y genial! Ahí empezaron a salir algunas emociones. Nunca olvidaré bajar las escaleras de mi casa con toda mi gente allí y una buena traca valenciana.

¡Tocaba ya ir a la ceremonia! ¡Y como no, mis amigas no podían faltar! Vinieron conmigo y con mi superpadrino. ¡Sin duda, una idea estupenda el ir todas!

Hasta este momento había estado muy, muy tranquila, pero ahí, en el momento de hacer la entrada de ganchete de mi hermano con mi chico esperándome al final…. ¡Ahí no hubo tranquilidad que valiese, todos los nervios vinieron a mí! Pero es parte del día y fue precioso, mucho mejor de lo que mi mente se había imaginado. Qué decir de las lecturas de algunos de nuestros invitados, sin duda volvería a optar por una ceremonia así.