La boda de Roger y Estefanía en Seva, Barcelona

Las fotos. Fuimos a tirarnos las fotos cerca de la iglesia, en un lugar llamado "El Jardí dels Sors". Un jardín (por no llamarlo bosque bien cuidado) dónde vive una familia que muy amablemente nos lo cedió para podernos tirar unas fotografías de ensueño. Entre el coche clásico y la magia del jardín creo que saldrán unas fotografías preciosas.

En el restaurante. La llegada al restaurante fue muy emocionante. Nos encontramos a nuestros familiares más cercanos fuera, detrás de un caminito de corazones. Todos nos decían: "¡Cuidado con los perros!". Muy extrañados, entramos dentro del restaurante y cual fue nuestra sorpresa que nos encontramos a mi perra y al perro de mis suegros impresos en cartón pluma. (Parece mentira pero fue la vez que lloré más de la noche). Después del aperitivo entramos en la carpa para cenar. Todo el mundo nos ha felicitado por lo divertido que lo hicimos, el rato nos pasó volando y tuvimos varias sorpresas. Por ejemplo, mis amigas del colegio nos dieron su regalo haciéndonos un bailecito antes.

El baile. Otra sorpresa para los invitados fue que antes del primer baile me cambié el vestido (me puse uno más corto) y yo y Roger nos pusimos a bailar un vals. Todos pensaron: "Roger y Estefe un vals?" y no se equivocaron porque la canción se cortaba y continuaba con una bachata "Propuesta Indecente". La verdad es que las tres clases de baile que dimos dieron sus frutos y arrasamos. Después, mis amigas me prepararon un vídeo de mi despedida de soltera, precioso y emocionante. Otra de las sorpresas que nuestros padres nos prepararon fue una mesa de golosinas y un fotomatón con sombreros, gafas, bigotes, etc.

A las cinco de la mañana el restaurante abrió las luces para que la gente se fuera despejando y despidiendo pero no fue hasta las seis de la mañana que Roger y yo entrábamos en la cama y dejábamos atrás un día especial y perfecto, pero también muy agotador y lleno de emociones.