La boda de Roberto y Patricia en La Bañeza, León

Llegué a casa sobre las 15, ¡desde las 12 que llevaba allí! Mi abuela me había preparado una ensalada de pasta, ya empezaba con un nudo, así que comí algo, pero no me entró mucho. Luego poco a poco fui poniéndome las medias, le di a mi padre las flores para que las colocara en el coche y estaba pendiente que me avisara Rober para cuando saliera el fotógrafo. No lo esperábamos hasta las 16:30 pero se adelantó y a las 15:45 ya me dijo que estaba de camino, y nosotros aun nos estábamos preparando mientras mi padre estaba lavando el coche. Ese fue el único momento que me puse más nerviosa pero luego salió todo rodado.

Me ayudó a vestir mi madre, y cuando llegaron los fotógrafos me hicieron un reportaje a mi hasta que se prepararon mis padres, ¡y subió mi abuela! Sobre las 18 salimos de casa (la ceremonia era a las 18 pero nos habían dicho que llegásemos 15 minutos tarde). Fue salir de casa y encontrarme con una procesión de pendones, fue un show, todos gritando: ¡viva la novia!, los vecinos asomados por la ventana felicitándonos jejeje, ¡algo para recordar! Ahí empecé a darme cuenta que empezaba mi boda, salió todo genial, ¡mejor de lo que tenía pensado! A veces hay que salir de tanto protocolo y dejarte llevar, fue un día precioso con gente maravillosa.