La boda de Roberto y Laura en L' Albiol, Tarragona

El día de nuestra boda

Desde que nos prometimos en 2019, hemos pasado por una pandemia y una gerencia nueva en el restaurante. Han sido años y meses de preocupaciones, de posponer o no; y al final, para poder tener lo que queríamos, pospusimos del 2021 al 2022.

El día empezó sin nervios, sabíamos perfectamente que estaríamos ahí el uno para el otro. Pero teníamos muchas, muchísimas ganas de vernos vestidos. A la emoción de que por fin celebrábamos nuestra boda, añadíamos que lo hacíamos con nuestra hija de casi cinco meses. Nuestro regalo, nuestro amor más incondicional. Todo era “más” gracias a ella.

Cuando llegamos, nuestra elección de restaurante y nueva gerencia, no podía ser más perfecto. El entorno íntimo y “mágico” que buscábamos. La florista nos había captado 100% y lo dejó todo tan precioso que no podíamos dejar de mirar y pensar, es nuestro para nuestro día. Nuestro maestro de ceremonias/DJ/mago fue de las decisiones más acertadas.

Una vez llegada la hora de la entrada, los nervios empezaron a recorrerme el cuerpo, pero ahí estaba papá esperándonos. Tan guapo y tan sentimental. No nos soltamos la mano en ningún momento, qué felicidad. Fue una ceremonia bonita, real, con muchos sentimientos y mucha verdad. Lo que nos leyeron nuestras amigas, la entrada de mis sobrinas con los anillos, los votos y la salida rodeados de pétalos. Fotos y entrada al aperitivo al ritmo de la música con bengalas de colores. Risas, comidas, brindis, fotos y momentos con nuestros invitados.