La boda de Roberto y Anna en Orista, Barcelona
Rústicas Otoño Dorado 4 profesionales
R&A
26 Sep, 2015El día de nuestra boda
Fue una boda preciosa. Siempre te la imaginas de una manera pero luego la realidad se supera con creces. Estamos muy contentos de la boda que tuvimos y no cambiaríamos nada de nada.
La masía Vilasendra de Oristà fue la primera que visitábamos. Habíamos visto varias por esta página y fuimos seleccionando las que nos gustaban y luego fuimos simplificando hasta que nos quedamos con tres. La primera que visitábamos era ésta y, desde luego, la masía y sus jardines te enamoran. Eso más el trato de Eva, que es la chica que organiza las bodas allí, todo era perfecto, así que cuando dijimos la fecha que queríamos, que era el 26 de septiembre del año siguiente, que es nuestro aniversario de novios también... ¡Casualmente solo quedaba esa fecha! Ya tenía todo agosto y septiembre cogido menos el 26 y ya fue lo que nos acabó de decidir. Ya no miramos más masías porque sabíamos que como esta no encontraríamos otra. Es preciosa y cuidada hasta el más mínimo detalle.
Ahora nos teníamos que ocupar de quién nos iba a hacer el catering. Le preguntamos a Eva cuáles son los que más trabajaban allí y con los que estuvieran contentos con ellos y me pasó 4 o 5 caterings. Los miramos por Internet, pedimos presupuestos, visitamos donde trabajan en sus restaurantes oficiales y descartando y descartando... nos quedamos con el de la Masia del Solà, que lo lleva Maria Rosa Jubany, que es una crack donde las haya. Ya de primera vista nos gustó su carácter, la comida y los detalles, pero el día de la boda puedo decir que era la que estaba por todo y por todos, es genial. Así que lo más importante ya lo teníamos.
Seguir leyendo »Ahora solo faltaba mirar vestido, que fui a una tienda donde no me gustó nada el trato. Iban a saco, te probaban el vestido y sin pinzas ni nada, solo te lo sujetaban con ellas detrás, te daban un minuto y cambio de vestido. Eran cinco o seis modistas ahí, mirando como te desvestías y como te vistes mientras van entrando más novias a probarse vestidos y tú ahí desnuda... no me gustó. Después conocí una tienda en Pallejà que se llama Noa's Wedding, que la chica, Lorena, no tenía nada que ver con los de la primera tienda. Pura dulzura, simpática, agradable,… Vamos, que se pone en la piel de las novias y te deja probar los vestidos el tiempo que haga falta, hacerte fotos y te aconseja... y allí escogí mi vestido. ¡Gracias, Lorena, por todo!
Ahora a por los fotógrafos. Lo mismo, me metí en esta página, escogí unos cuantos y luego a simplificar la lista, ya que hay muchos que hacen las típicas fotos de postureo mirando a cámara, ahora parejas, ahora grupos, y no queríamos ese tipo de fotos ni sentirnos agobiados por las cámaras. Encontramos a Coleccionistas de Momentos, que era justo lo que necesitábamos. Hacen este tipo de fotos más artísticas y que parece que no están porque no molestan en ningún momento pero están en todo momento. Y ya cuando los conocimos y vimos que son muy buenos, sensibles y buena gente, no lo dudamos y lo cogimos con ellos. Es más, yo no sé si a ellos les pasará con todas las parejas que conocen, pero a nosotros nos caen tan bien que podríamos tener una bonita amistad. Profesionalmente lo viven, cada boda la viven, los pudimos ver riendo con nuestra gente, bailando y llorando en los momentos emotivos, que eso también dice mucho de un fotógrafo. ¡Gracias Ester y José, sois geniales!
Bueno, poco a poco ya cada vez quedaban menos días en la cuenta atrás de la app de
bodas.net y cada vez teníamos los detalles más acabados. ¡Hasta que llegó el día! Nos despertamos y estaba el día así, así, quería llover pero estaba aguantando. Pero bueno, no nos preocupaba mucho porque había plan B en la masía y la ceremonia y el aperitivo se podrían hacer dentro en caso que lloviera, ya que es lo que se hacía en el exterior.
Nos despedimos y me fui a la peluquería de toda la vida con mi madre, que la mujer de allí me conoce desde el 1994, así que con eso lo digo todo. Hay una confianza que es demasiado, por decirte que nos trajo la comida y comimos macarrones preparado por su marido. Lo malo fue que la maquilladora tuvo problemas con el coche y llegó tarde, muy tarde y empezó con mi madre y se estuvo 1.30h arreglándola. A las 14.45 horas era mi turno y a las 15:00 horas teníamos que salir, que nos esperaba la familia y las fotógrafas en casa. Ya me estaba poniendo un poquito nerviosa, pero bueno, era mi día y no quería agobiarme. La maquilladora acabó conmigo a las 15.45 horas y faltaba hacerme el recogido. Menos mal que Tere, la peluquera, también estaba nerviosa y me lo hizo en un momento y pudimos salir de ahí a las 16:00 horas más o menos.
Entre las prisas y los nervios, cuando me miré en el espejo del coche yendo para casa, no me gustó nada como me habían maquillado. No me parecía para nada al día de la prueba. Me notaba insegura, me había dejado fatal. Me notaba un montón de ojeras y demasiado suave el maquillaje en general, pero no tenía tiempo ni para retocarme yo en casa, así que The show must go on y pa’ lante.
Llegamos a casa y saluda a todos deprisa y corriendo, discúlpate con las fotógrafas que llevaban una hora y media esperándome y tenía 15 minutos para vestirme, hacerme las fotos y que mi hermano me leyera el discurso y me entregara el ramo. ¡Todo un caos! Pero intentaba no ponerme nerviosa. Solo cuando mi madre, que ella sí que estaba nerviosa, me decía cosas como: “Ponte el vestido por arriba, ponte el vestido por abajo, no, quítatelo y primero ponte los zapatos,…” y le tuve que chillar delante de las fotógrafas y mi tía porque no aguantaba más. Le dije que como siguiera así que se bajara a la cocina y que se preparase una tila. Las fotógrafas me miraban y yo no sabía dónde meterme, pero es que no paraba, momentos de nervios en estado on.
Ahora que he visto alguna fotografía de las que me ha pasado Ester, no sé ni cómo lo han hecho para que salieran tan bonitas si no tuvimos tiempo. Bueno, las 16.30 horas y ya estábamos metidos en el coche dirección Oristà. En el trayecto estuvimos escuchando el partido del Barça – Las Palmas, ya que en casa somos muy futboleros, y por el camino iba lloviendo a ratos, pero ahí se ve que no llovía, así que me quedé más tranquila.
Llego allí, hacemos el cambio de coche, alquilamos un Rolls Royce Clásico y daba el aviso a Eva para que empezara mi futuro marido con su entrada. Lástima que no pueda colgar el vídeo porque lo hicieron muy bien. Entró bailando con su hermana una canción de soul antigua. Entró con su hermana porque desgraciadamente su madre murió cuando él tenía 18 años. Les quedó de fábula, ya que los dos son muy buenos bailarines. Luego entré yo con el coche clásico, paramos allí, delante de la ceremonia, nos bajamos del coche mi padre y yo, y empezamos a caminar hacia el altar con una canción de Adele. Pude ver a Rober llorando, que dicen que si el novio llora en el altar cuando te ve es que te quiere de verdad, eso dicen...
Y empezó la ceremonia con el cielo gris, aguantando la lluvia. Luego salió a hablar una de mis mejores amigas, que no solo nos hizo llorar a mí y a Rober, sino a todos los que estaban allí con nosotros. Fue precioso. Luego salió el mejor amigo de Rober, que también nos hizo llorar, luego una amiga de los dos, también lloramos y para finalizar salieron las hermanas de Rober, que también lloramos mientras explicaban batallitas de cuando eran pequeños, y justo cuando se ponen a hablar de su mamá, empezó a llover muy suavemente, que en algunas fotos se puede apreciar. Casualidades de la vida que justo en ese mismo instante que hablaban de mamá, empezó a llover y entre todos los que nos conocen y saben que la mamá de Rober siempre está con él, sabíamos que su madre también en ese momento estaba ahí con nosotros. Fue un momento muy bonito, la notábamos entre nosotros.
Se acabó la ceremonia y salimos por el pasillo tirándonos pétalos amarillos y la canción de Up la película de fondo sonando y paró la lluvia y salieron los rayos de sol. Nos besamos con toda la familia, 140 éramos. Rápidamente nos metimos en el coche para hacernos 4 fotos, ya que tampoco queríamos perder mucho tiempo y queríamos seguir con nuestra gente. El aperitivo lo avanzaron un poco porque estaba el tiempo un poco loco y no sabían si podríamos terminarlo fuera y la verdad que les fue justo. Justo cuando terminó el aperitivo y lo típico que te quedas un ratito hablando, empezó a caer la del pulpo. Ya todos metidos en el salón, se veían en los cristales rayos y truenos sin parar, pero ya estábamos a salvo.
Pusimos un beauty corner en los lavabos de mujeres y las chicas podían ir a retocarse el maquillaje, que quedó muy chulo. La hora del banquete fue muy divertida, ya que los amigos no nos dejaron cenar ni un momento, cantándonos, haciendo que nos besáramos, hasta le hicieron cantar a Rober. Luego nos hicieron un show ellos. Nos sentaron en unas sillas y empezaron a hacer su número preparado, no podíamos parar de reír y la familia nos decía: “¡Qué amigos más majos que tenéis, eso hay que valorarlo mucho!”.
La verdad es que fue genial, sin ellos no sería lo mismo, son la caña. A la hora del pastel pusimos la canción de The Queen - Somebody to love, y luego paró de llover y aprovechamos para hacer el baile fuera, ya que teníamos bengalas para que la gente las encendiera y nos hiciera un bonito corrillo. Pusimos la canción de Amy Winehouse - Will you still love me tomorrow que nos gusta mucho y quedó precioso. Luego teníamos la opción de seguir el baile dentro o fuera, dependiendo de lo que quisiera hacer la gente, pero que ya estaban preparados los altavoces por dentro y los de fuera y al final, aunque la noche era fresca, acabamos todos fuera como si no hubiera mañana. Gracias también a Josep, el dj Spexen, que lo hizo muy bien.
Y eso es todo. Esa noche, cuando te tumbas en la cama con tu marido, estás como en una nube, comentando todos los detalles, mimándonos. Fue precioso, la verdad, no tengo palabras y como digo en el principio, te la imaginas de una manera pero luego, en nuestro caso, se supera la realidad con creces. Espero que os haya gustado.
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