La boda de Raúl y Sonia en Araya, Álava
Rústicas Verano Rojo 3 profesionales
R&S
20 Jul, 2013El día de nuestra boda
Bueno chicas/os, ya soy una mujer casada. La semana antes de la boda fue muy agobiante, muchos nervios y estaba atacada de un lado para otro. Todos los días tuvimos que quedar con un montón de gente; que si la floristería, el cura, la tienda de los trajes, el fotógrafo... A las noches me quedaban un montón de manualidades por hacer y las tenía que acabar así que allá nos quedamos mi chico y yo hasta las 3 y 4 de la mañana haciendo cositas.
Por fin llegó el día antes de la boda. Vinieron mis primas que eran mis damas de honor a pasar la tarde - noche conmigo. Por la tarde peiné a media familia, incluidas a ellas, luego me fui a la peluquería yo a que me hicieran las uñas y me dejaran el pelo liso para el día siguiente.
A la noche fuimos a cenar a una pizzería con mis primas y los amigos de mi novio. Al llegar a casa le regalé a mi chico un fotoálbum con un montón de fotos nuestras, de nuestros mejores momentos. Luego él se fue a dormir donde sus padres y yo me quedé en casa con mis primas. Les regalé unas pulseritas que había hecho con unas flores de goma eva que llevaron en la ceremonia y nos fuimos a dormir sobre las 12.30.
Seguir leyendo »Esa noche dormí del tirón todo lo que no había dormido entre semana. Me levanté a las 7.30 muy contenta y relajada. ¡Por fin había llegado el día! Hasta las 12 no tenía la peluquería así que me vine a mi pelu a las 8 y peiné a mi madre y a mis primas. A las 11.45 empezaron a rizarme el pelo, maquillarme… Todo bien hasta que eran las 14.45 y los videógrafos y el fotógrafo venían a mi casa a las 15.30. Me empecé a poner histérica porque aún tenía que ir al pueblo. Me puse de los nervios, con todo el día tranquilo que llevaba… Terminé y salí zumbando para el pueblo. Llegué y a la par mía los fotógrafos y vídeo.
Subimos todos a casa, empezaron a hacer entrevista a mis padres mientras yo preparaba todo para las fotos. Cogí mi ramo que era precioso, le puse los dos medallones con fotos de mis abuelos fallecidos, ¡y a correr para empezar con todo! A todo esto, en mi casa todo el mundo sin vestir todavía... Vino mi tía a ayudar a vestirme. Me vestí justo para las fotos, pero a las 5 acabaron y yo me casaba a las 17.30, con tal mala suerte que justo ese día me había venido la regla así que le dije a mi madre: “¡Quítame todo que me tengo que cambiar!” Así que vuelta a desvestirme y mi madre se empezó a arreglar. Ya todo solucionado me volvió a vestir y salimos hacia la iglesia en el coche de mi tío.
¡Oh, no! Las 17.55 y el cura nos dijo que fuéramos puntuales. A mi chico le debió de echar la bronca del siglo, pero cuando entré yo no sé si me vio histérica o qué que me dijo: “Tranquila, ya está”. La ceremonia fue muy bien. Al subir las escaleras me quedé atrancada una de las veces con el vestido, pero bueno... Luego de repente el cura dijo: “y ahora os han preparado una sorpresa”, ¡y nos pusieron un vídeo precioso que habían hecho mis amigas de nosotros!
¡Uf, qué bonito! Luego yo subí a leer un agradecimiento para todos por haber venido y al final había escrito unas palabras para los abuelos, era algo así: Queremos acordarnos también de nuestros abuelos, que, aunque no estén presentes sabemos que nos acompañan en este día tan especial. Por poco no acabo de leerlo, acabé leyendo con la voz entrecortada, pero al final lo acabé.
Al salir de la iglesia nos bailó el dantzari, nos tiraron arroz, nos hicimos fotos... y fuimos a hacernos el reportaje con los fotógrafos. Ya estaba mucho más tranquila pero no del todo así que mi tío nos dio en el coche (antes de ir hacia el restaurante) un kalimotxo para quitar los nervios.
Paré en casa a dejar mi ramo que lo iba a llevar a mis dos abuelos, y lo dejé en casa en agua y cogí otro que había preparado de fieltro para tirar. Ya llegamos y todo fue sobre ruedas. Me relajé y disfruté como nunca. Todo el mundo esperándonos. Entramos al banquete con la canción de Europe “It´s the final countdown” y todo el mundo super participativo y alegre. Así fue rodando la cena entre vivan los novios, que se besen, ahora los padrinos... Por cierto, que no había comido y cené de todo y un montón, ¡todo buenísimo!
Llegó el momento del corte de tarta y de dar los regalos: 2 parejas de novios de peluche para unos amigos; unos ramos de rosas de goma eva para las madres. Para los padres habíamos preparado 2 botellas de pacharán y una desapareció del restaurante. El maître nos dijo que se la había llevado alguien. Había más cenas en otras habitaciones del restaurante así que no sé quién sería. También teníamos 3 marcos con una foto para nuestros hermanos y para las abuelas unos ramos de rosmelia (de goma eva).
Hubo un momento triste ya que mi abuelo hace 2 meses que me falta y es muy reciente y mi abuela estaba un poco tristona, pero son cosas que no se pueden evitar. Luego empezamos a entregar los regalos, y entró el Drag Queen que habíamos contratado. Nadie se lo esperaba, ¡qué bien lo hizo! Teníais que ver las caras de la gente... Luego cogió a 1 primo mío y 2 amigos que nosotros le dijimos por sorpresa y se los llevó a preparar. Subimos al baile, bailamos nuestro vals, y era como si todo el mundo hubiera desaparecido, ¡qué sensación!
Cuando acabamos entró La Greys, nuestra drag con los otros 3, ¡qué pintas! La drag dijo: “que venga la novia y elija a 3 amigas” y salieron 2 de mis amigas porque una de las 3 estaba en el baño, y nos hizo bailar como ella. Luego acabamos e hizo salir al novio que también eligió 3 amigos. Lo de ellos fue peor. Sonó la canción del streptease y allá que los desvistieron, ¡en calzoncillos los dejaron a los pobres! Y ya de ahí fiesta y más fiesta hasta las 5 que nos fuimos para el hotel. Y aquí se acabó el día más maravilloso y único de mi vida. ¡Como disfruté!
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