La boda de Raúl y Lourdes en Almería, Almería

A las 17h en punto todos salieron camino a la iglesia y yo, que me quedé sola con mi madre, os prometo que lo último que hice antes de salir, ya vestida de novia, fue comerme un trozo de brownie de chocolate que había hecho la tarde anterior. Al llegar a la iglesia fue cuando empezaron a temblarme las piernas, noté la mirada de la gente clavándose en mí y yo, que odio ser el centro de las miradas, iba sintiendo como me fallaba hasta la mandíbula, tanto que hasta que llegué al altar no vi a Raúl, estaba como en una nebulosa y era imposible ver más allá de medio metro.

La ceremonia fue corta, sin misa, el sacerdote que elegimos hizo una boda preciosa y simpática de donde todo el mundo salió preguntando quién era. Por desgracia, tuvimos una muy mala experiencia con la floristería que se encargaba de la decoración de la iglesia, si alguien quiere saber más os invito a pasar por mis debates. El punto positivo es que la decoración de la finca se la encargamos a otra floristería llamada flores de boda, todo un acierto. ¡Podéis ver las fotos de todos los rincones que nos prepararon, a cuál más bonito!

El cóctel fue increíble, los camareros muy, muy, muy pendientes de todo el mundo. La comida fue espectacular. Pusimos cortador de jamón, mesa de quesos, puesto de fritura andaluza con cazón en Adobo y chipirones, además de 5 entrantes fríos y 5 calientes. Una verdadera maravilla. De ahí pasamos al salón, con una canción muy especial para nosotros por alusión a nuestros abuelos, "Luna de Miel". En cuanto a la comida, aún la gente nos escribe para decirnos lo buenísima que estaba, todo a cargo de catering Bonillo. La gente suele contar que en su boda no comieron nada, pues yo me puse las botas desde que puse un pie en el cóctel hasta la recena, ¡no tengo solución!

Tuvimos muchísimas sorpresas, desde la proyección de un vídeo dedicado de mis alumnos de 3 años, un discurso realmente gracioso de mi madre, ¡y un viaje a Disney! Me muero de amor. El baile lo hicimos en el rincón más residual, el árbol decorado con fotos de las bodas de nuestra familia más cercana. Fue una manera de honrar a quienes ya no están, entre ellos mi padre. La fiesta acabó 6 horas más tarde con el cierre de la barra libre. ¡He de decir que de este trozo tengo bastantes pocos recuerdos! Todo el photocall, invitaciones, cartelería, chapas... Se las encargamos online a 700 gramos, unos chicos ingeniosos, flexibles y realmente trabajadores recomendables 100%.

La verdad es que fue un día de los que tienes la sensación de haber tenido un sueño que no recuerdas 100%. Creía que no estaba nerviosa, pero parece ser que sí... A las que os está por llegar, disfrutadlo como lo que es, uno de los mejores días de vuestras vidas. No penséis en quienes os fallan, en los jaleos que trae la organización, ese día no importa nada más que vosotros.