La boda de Raül y Gus en Sant Guim De Freixenet, Lleida
Al aire libre Verano Dorado 3 profesionales
El 10/06/2023 39 0 0
R&G
10 Jun, 2023
El día de nuestra boda
Había algo mágico en el ambiente cuando llegó junio de 2023. El lugar que elegimos para nuestra boda fue un antiguo convento en ruinas, un espacio que con mucho cariño y dedicación adaptamos para nuestra celebración privada. Aunque el día amaneció amenazando con lluvia, el destino tenía otros planes para nosotros y, al final, solo disfrutamos de una llovizna suave que pausó y realzó aún más la emotividad que se respiraba.
Todo estaba listo para la ocasión, gracias al esfuerzo de los equipos de catering, sonido e iluminación, el fotógrafo y el videógrafo, quienes demostraron su profesionalidad en cada detalle. Pero la verdadera magia comenzó cuando nosotros, los novios, hicimos nuestra entrada triunfal en un tractor, una elección inesperada que dejó a todos los invitados impactados y con una sonrisa en el rostro.
El momento de la entrada a la cena fue sencillamente mágico, justo coincidiendo con la puesta de sol, creando una atmósfera íntima y hermosa que nos valió los elogios y felicitaciones de todos los presentes. La comida exquisita y la compañía de nuestros seres queridos hicieron que cada instante fuera inolvidable. Nuestra boda fue realmente preciosa y llena de emotividad.
Seguir leyendo »Uno de los mayores contratiempos fue con la empresa de alquiler de mobiliario. Debido a la falta de previsión de la wedding planner (a la que contratamos un año antes de la boda), nos encontramos con que todas las empresas de alquiler de mobiliario estaban ocupadas para el día de nuestra boda en junio. A pesar de esta dificultad, finalmente logró conseguir una empresa para el alquiler, pero no sin complicaciones.
Además, también tuvimos problemas con la empresa de transfer. La wedding planner se encargó de contratarla, pero a tres semanas de la boda, nos comunicó que la empresa que tenía apalabrada para el servicio nos dejó plantados y no nos ofreció ninguna solución.
Durante la boda, todo parecía ir bien, pero al llegar el momento de la recogida y desmontaje, la situación se complicó aún más. La wedding planner no se hizo cargo de nada, dejándonos a cargo de coordinar la recogida del mobiliario.
La empresa de alquiler de mobiliario, a la que la wedding planner contrató apresuradamente, resultó ser poco profesional. Los del catering no recibieron instrucciones claras y dejaron muchas cosas fuera del lugar, en la calle, durante todo el domingo. Esto nos dejó con un sentimiento de vulnerabilidad, ya que estuvieron desatendidas hasta el lunes, expuestas a posibles robos sin que nadie pudiera vigilarlas.
Al final, nos encontramos con una factura exorbitante por roturas y pérdidas de material, incluyendo cajas que utilizaban para transportar. No estuvimos de acuerdo con estos cargos, ya que consideramos que la empresa de alquiler no calculó adecuadamente las pérdidas o roturas, dada la carga de trabajo que tenían en esa época del año.
A pesar de estos desafíos, nuestra boda en el antiguo convento en ruinas fue un día inolvidable, marcado por el amor que compartimos y la alegría de estar rodeados de nuestros seres queridos. Cada obstáculo superado nos hizo más fuertes como pareja, y estamos seguros de que esos recuerdos perdurarán en nuestro corazón para siempre. Que esta historia de nuestra boda sea el comienzo de un maravilloso y eterno viaje juntos.
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