La boda de Raul y Celia en Madrid, Madrid

El día de nuestra boda

Por fin llego el gran día, después de peinarme, maquillarme y las fotos en casa de mis padres salimos para encontrarnos con el novio, llegando a la iglesia, el coche que alquilamos me dejo tirada a 5 minutos. Llegaron mis tíos a recogernos a mi padre y a mí, momento para grabar, parecía novia a la fuga. Llegamos a la iglesia y el cura algo mosqueado porque llegaba media hora tarde (imprevistos del directo). Después de la misa, fuimos a hacernos unas fotos ya como marido y mujer por Alcobendas y luego fuimos al restaurante El Ninot, donde los invitados nos esperaban en el cóctel. Pasamos a la comida y ahí empezaron las sorpresas.

Una hermana de Raul hacía 17 años de casada, quisimos que tuvieran algo especial y sacamos su invitación de boda con unas palabras que les dedicamos, emocionante. Después del primer plato, le di el ramo a mi amiga, amiga de hace años y con una canción que la gusta de Mecano “Una rosa es una rosa”. Después del segundo plato dimos los regalos a las madres, una rosa eterna y un marco con fotos de los novios y nuestra perrita. Después del sorbete la melliza (de mi marido) nos quiso dedicar unas palabras que pronunció delante de los invitados. Al repartir los detalles a los invitados, mi padre nos paró porque nos tenía una gran sorpresa unos Mariachis, que decir algo genial y una gran sorpresa. Recibimos como regalazos unas fafuchas de novios (muy parecidos a nosotros), un ramo hecho con billetes de verdad, unas copas grabadas con nuestros nombres y la fecha de la boda, entre otros. Pasamos al baile y aquí sorprendimos a los invitados con las dos primeras horas de baile con la orquesta, "En voz baja" algo que acertamos sin dudarlo y ya terminamos el resto de la tarde-noche con baile. Desde luego un día inolvidable y resumido en estas palabras.