La boda de Raúl y Amparo en Barco De Avila, Ávila
En el campo Primavera Morado 9 profesionales
R&A
19 May, 2018El día de nuestra boda
Nunca quisimos una boda “al uso”, así que buscamos un lugar donde pudiéramos hacer las cosas a nuestra forma, donde todo el mundo pudiera quedarse a pasar la noche (e incluso el fin de semana) y donde poder celebrar el día más especial de nuestra vida con un toque diferente.
Así que nuestro gran día empezó igual que había transcurrido el día anterior: colocando junto a los invitados más cercanos (¡y después, prácticamente todo aquel que llegó con tiempo suficiente para echar una mano!) todos los detallitos y objetos de decoración hechos a mano, rincones especiales… Pequeñas sorpresas para nuestros invitados (debieron de gustar mucho porque muchos invitados nos preguntaron si podían llevarse cosas de la decoración) y para hacer de nuestra boda algo muy nuestro.
Llegó la hora de irnos a preparar. Cada uno a una habitación, ¡algo de sorpresa tendrá que haber! Mientras me peinaban y maquillaban aún seguía al teléfono coordinando cosillas que se habían quedado a medias. Y… Cuando me quise dar cuenta, era la hora de ponerme el vestido, los zapatos, coger el ramo y salir por la puerta… Desde la puerta de mi habitación podía ver a los invitados dirigirse al sitio elegido para la ceremonia (plan B, la lluvia, que paró menos de una hora antes de la ceremonia, no nos permitió celebrarla en el césped, ya que estaba muy mojado). Y cuando estaban todos en su sitio, me dirigí del brazo de mi padre, precedida por mis sobrinos y con mi madre y mi tía ayudando con la cola y el velo, hacia el lugar donde me esperaba mi futuro marido.
Seguir leyendo »La ceremonia fue preciosa: las palabras que nos dirigieron nuestros amigos y familiares fueron increíblemente emotivas, ¡menos mal que llevaba un kleenex en el bolsillo! Después llegó mi sorpresa: mi marido no se esperaba que fuera a pronunciar unas palabras, y pese a los nervios (odio hablar en público) no salió nada mal. Después, llegó el “sí, quiero” y la alcaldesa nos convirtió en marido y mujer.
Luego, lluvia de arroz y besos y abrazos con todo el mundo. Unas cuantas fotos y videos hechos por la finca, que no queríamos perdernos el cóctel y el sitio es lo bastante bonito como para no merecer la pena desplazarse.
El cóctel, perfecto (el jamón triunfó especialmente, ¡y eso que pusimos 2 jamones para poco más de 80 invitados!), y la cena salió muy bien, estaba todo riquísimo. Los invitados estaban encantados con los regalos: hicimos una taza personalizada para cada uno con la letra de su canción/grupo favorito… ¡Fue una currada pero un éxito total! Y, después de un vídeo que hicimos con fotos nuestras con todos los invitados para agradecerles haber venido, el lanzamiento del ramo no podía faltar, al ritmo de Single Ladies de Beyoncé. Eso sí, sin excluir a los chicos, ¿no hay que promover la igualdad? Y vaya sorpresa, el ramo lo cogió… Un chico, ¡ni hecho adrede!
La discoteca fue muy divertida: pudimos enviar una lista con las canciones que queríamos escuchar al DJ (principalmente canciones pop-rock muy conocidas desde los 70 a hoy), y todo el mundo quedó encantado con la música. Además, el fotomatón animó mucho el cotarro, y además nos ha dejado grandes imágenes y dedicatorias para la posteridad.
Nosotros nos escapamos un rato con los fotógrafos para completar el reportaje con unas fotos nocturnas espectaculares. Y, después de la barra libre, el hotel nos permitió seguir la fiesta en un edificio separado del que nos retiramos a las 7 de la mañana… O más…
En resumen, no puedo decir que saliera todo perfecto (siempre hay detalles que no salen como los esperas… Empezando por la lluvia…), pero el recuerdo que nos ha quedado sí que es perfecto.
Servicios y Profesionales de la Boda de Raúl y Amparo
Otros Proveedores
Otras bodas en Hotel Izán Puerta de Gredos
Ver todas
Otras bodas en Ávila
Ver todas
Las Buenas Costumbres
Las Buenas Costumbres
Las Buenas Costumbres
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario