La boda de Rafa y Maribel en Xàbia/jávea, Alicante

Sobre las 16:45 horas me ayudó a vestirme mi cuñada, el fotógrafo (gran profesional, Photoplus) inmortalizó todos esos momentos, mi tía luego me ayudó a ponerme el velo y demás complementos. Mientras tanto se vestían todos los demás, mi hermano, mi cuñada, mi sobrino, mi madre y mi padre, el padrino. Con todos en casa y preparados, llegaron mis amigas, mi vestido había sido secreto, fue gracioso ver sus caras, de sorpresa, nunca esperaron que llevara ese tipo de vestido, imaginaban otro tipo totalmente opuesto.

Como salimos con tiempo fui a visitar a mis compañeros de trabajo, los cuales se llevaron una gran sorpresa al verme llegar en el coche. Llegué puntual, así que la organizadora del Hotel Denia Marriott La Sella Golf Resort & Spa | 5* donde me casé (ceremonia y posterior convite), Karina ( un encanto de persona, y gran profesional, hizo que todo saliera a las mil maravillas), me dijo: estate tranquila y tómate una copita de cava y allí estábamos mi padre y yo, como auténticos protagonistas con nuestra copita de cava, fue un gran momento.

Llegó el gran momento, la entrada y bajada de la escalinata hasta los jardines, donde me esperaba el novio, había más de 170 invitados, yo sobrinito de dos añitos delante de mí con los anillos, yo cogida del brazo de mi padre mientras bajaba, nerviosa en ese momento por no caer, pero yo solo buscaba una cara, la de Rafa.

Cuando por fin conseguí ver su cara de felicidad se fueron todos mis miedos.

Pasó la ceremonia. Todo amenizado por la orquesta Diamonds, cantando en la ceremonia y el cóctel, incluyendo nuestras canciones elegidas. Todo fue super bien, a los invitados les encanto el cóctel de bienvenida (el cual habíamos elegido nosotros meses antes, en la prueba de menú), nos hicimos fotos con todos los invitados, así que nosotros no pudimos comer nada de ese cóctel.

Para nuestra sorpresa, Karina (la organizadora) nos tenía guardada una sorpresita, mientras todos los invitados iban entrando al salón donde se serviría la cena, nos llevó a un reservado donde nos tenían preparado un cóctel para nosotros dos solos, fue un momento muy íntimo, el único en el que estuvimos solos durante todo ese día, fue un momento muy especial, recién casados brindamos solos y solo por nosotros dos, y por lo que habíamos conseguido. Llegar hasta allí después de todos los momentos que habíamos pasado desde que nos conocimos, tanto buenos como menos bueno y difíciles, pero allí estábamos.

A partir de ahí, entrada en el salón, cena, sorpresa de los amigos, barra libre, orquesta y nuestro primer baile, con la canción "A thousand years" en su versión en español, una canción que describía nuestro sentimiento mutuo, empezamos a bailar, y a los pocos segundos había una sorpresa que no esperaba nadie, quería darle a mi padre su momento de homenaje, por estar ahí siempre, dándolo todo por mí aún en la adversidad, y que mejor momento que ese, en la boda de una hija, bailar el primer baile con una canción que yo le dediqué a él, "Vals para una novia" así que Rafa me llevó caminando hasta donde estaba mi padre y lo saqué a bailar, su cara de sorpresa lo dijo todo sin decir una palabra, después de bailar con mi padre, mi padre le volvió a dar mi mano a Rafa para acabar nuestro primer baile como marido y mujer y ya se unieron todos los invitados. Fue un día inolvidable, por toda la gente que hizo posible ese día y por toda la gente que ha estado en mi vida haciendo posible que todo esto pasara.