La boda de Pedro y Clara en Ciutadella De Menorca, Islas Baleares

Mientras Tonia me peinaba, yo me quedaba medio dormida, estaba muy relajada y todo el tiempo estaba bostezando, María (la tercera de mis hermanas) me cogía de las manos e intentaba ponerme nerviosa, diciéndome que estaba más nerviosa que el día de su boda (3 de septiembre de 2016).

A las 12.30h me fui a comer un plato con albóndigas en salsa de almendras (me encantan), aun no había comido nada y tenía un hambre…

A las 13:00h llegó Flora, la maquilladora, maquilló a mi madre y a mis 3 hermanas a mí me dejó para la última. A las 15:00h llegó la modista para ayudarnos a vestirnos a toda la familia y cuando la escuché entrar por la puerta, todo mi interior se movió y empecé a temblar y a ponerme nerviosa, ¡con lo tranquila que yo estaba! ¡Poco después llegaron los fotógrafos y ya todo fue pasando muy rápido!

A las 16:00h ya estaba toda mi familia arreglada y yo aún iba en bata, empezaron a llegar los invitados y más nerviosa me iba poniendo solo de pensar que solo quedaba 1h para entrar en la iglesia. Los fotógrafos me hacían fotos, en la habitación de mi madre mientras afuera en el salón todo el mundo empezaba a brindar.

Me vistieron y abrieron la puerta a mis amigas para que me vieran todas, salí al salón y allí estaba toda mi familia y todos mis amigos (soy muy tímida y me puse como un tomate).

A las 16:30h llegaron los padrinos Joan y Josep los hermanos de mi futuro marido. Como es tradición en mi pueblo, me recitaron una poesía y me dieron un ramo pequeño cada uno, que se unían y formaban uno de grande. Brindamos todos y nos hicimos muchas fotos. A las 16:50h salíamos de casa de mis padres, todos para la iglesia, el chófer era Jordi el mejor amigo de Pedro y nos alquiló un coche blanco descapotable ¡precioso! Yo quería ir directa a la iglesia, en ese momento si estaba super nerviosa, pero mi madre decidió que teníamos que hacer esperar al novio, y que teníamos que ir a dar una vuelta por el pueblo con el coche. Después de pedirle a Jordi que por favor me llevara a la iglesia como 50 veces me llevó.

En la calle de María Auxiliadora me esperaban mis hermanas para entrar juntas, sonó la marcha nupcial y ellas iban entrando con sus parejas, yo entré con mis padres uno a cada lado. Cuando estaba al principio del pasillo vi a Pedro al final, yo pensaba que era interminable y que no llegaba nunca el momento de poder abrazarlo, ¡estaba tan guapo!

La ceremonia duró 20 minutos, me paso volando y ya era el momento de ponernos las alianzas, firmar y besarnos. Una prima de Pedro nos cantó unas canciones preciosas. Nos hicimos fotos con los testigos, con los padres y finalmente solos dentro de la iglesia de María Auxiliadora, al salir nos esperaban unos 30 y pico de quilos de arroz, ¡madre mía, las gafas se me quedaron llenas no podía ni abrir los ojos! Todos los invitados nos dieron la enhorabuena y nos fuimos por el pueblo a hacernos fotos de recién casados, fuimos a la plaza del borne, los arcos del ayuntamiento, la catedral y el castillo de San Nicolás.

A las 20:30h ya estaban todos los invitados en el Hotel Port Ciutadella, para ir a cenar, mientras los invitados estaban comiendo los aperitivos, mis tres hermanas iban llamando grupo a grupo a hacerse fotos con nosotros. A las 22:00h bajamos a cenar, de cena habíamos el ejido un buffet libre, informal, divertido y moderno así había comida para todos los gustos. Antes de empezar a comer mi hermana, María y yo bendecimos la mesa con una canción de los scouts (nosotras somos monitoras).

Durante la cena nos cantaron un montón de canciones, y dijeron: ¡Viva los novios! y ¡Que se besen! Como unas 3.000 veces. Pero la verdad, ¡me encantó!

Después de cenar todos los invitados nos habían preparado un vídeo sorpresa, deseándonos lo mejor y con fotos de nuestra infancia, juventud y noviazgo. ¡Fue precioso, nos reímos y lloramos un montón!

Cortamos la tarta que nos había regalado una amiga de mi madre (eran dos tartas con dos figuritas de novios).

Brindamos todos juntos, los padrinos me volvieron a recitar la poesía y esta vez delante de Pedro. Regalé las dos figuritas de las tartas a dos parejas de amigos nuestros, un ramo lo regalé a otra pareja de amigos y el otro ramo lo tiré y lo cogió un primo mío, había un tercer ramo de chucherías para Júlia la niña que nos había cantado en la iglesia. También llevaba puestas 4 ligas, que las regale a los 4 amigos solteros que tenemos. Repartimos el detalle, que era una llave que abre cervezas, ¡a los más cerveceros les encantó! Pasaron el libro de firmas y todos dejaron su dedicatoria.

Ya eran la 1.30h y abrimos el baile con el vals (de la Bella Durmiente, eres tú el príncipe azul que yo soñé), seguidamente había un poco de blus y después inauguramos la barra libre, teníamos permiso hasta las 3h para tener música, al final la pararon a las 4h. La mayoría éramos gente de entre 35 y 20 años, y todos los amigos se fueron de discotecas, los más "borrachos" me escribieron notas que no se entienden en el libro de firmas.

Pedro y yo nos quedamos en el hotel a dormir, era un regalo por haberlo celebrado allí, nos fuimos a dormir a las 5 después de arreglar la sala, a la mañana siguiente me desperté triste y decepcionada porque el día de nuestra boda había pasado muy rápido, ¡me gustaría repetirlo porque sin duda ninguna fue el día más feliz de mi vida!