La boda de Paloma y Juanma en Murcia, Murcia

El día de nuestra boda

¡Por fin nos hemos casado! El viernes antes de la boda, mi familia y yo fuimos a mi futura casa a hacerme la cama de novia, dejar una botella de Juve y Camps, una copas con nuestras iniciales, una carta escrita por mí para mi marido y un vinilo de videojuegos que puse en el salón para él.

Al día siguiente, me levanté como un martes normal, no parecía que fuera a casarme ese día, ¡era totalmente surrealista! Mis primas llenaron con papel higiénico, globos y una gran pancarta la puerta corredera de mi casa, así que cuando me levanté una gran sonrisa se dibujó en mi cara, que aún no se ha borrado. A las 9 mi hermana y mi madre se fueron a la peluquería y escoba en mano me puse a limpiar (un torrente de higiene se apoderó de mi). En seguida llegó mi padre y trajeron el coche. Hasta las 12 estuvimos los dos sentados en el porche de casa hablando, en pijama y con la casa “¡híper mega limpia!”

Tras peluquería y maquillaje, nos tomamos una “cervecica” y una ensaladilla y a casa que a las 3.30 venían a vestirme... Vinieron con nosotras las chicas de belleza para retocarnos para las fotos y a los 5 minutos de llegar a casa ya estaba bailando por el pasillo mientras mi familia corría buscando zapatos, gemelos, pendientes, etc. ¡Un verdadero show! Tras las fotos en la habitación de mi madre, la puesta de liga por parte de mi padre y zapatos por parte de mi hermana, todos se fueron y mi padre y yo nos quedamos en casa. Como habíamos quedado en que cuando tocaran las campanas yo saldría de mi casa y mi marido se metería a la iglesia pues estuvimos esperando... y esperando.... y esperando y... ¡No tocaron las campanas! ¡Llegué con 20 minutos de retraso! Pero sin mí, no se iba a casar.