La boda de Paky y Sergio en Córdoba, Córdoba
Rústicas Invierno Rosa 3 profesionales
El 11/11/2012 1.801 1 0
P&S
11 Nov, 2012
El día de nuestra boda
¡Día maravilloso! Pasa volando y por supuesto con miles de anécdotas. Te pasas meses y meses pensando en cómo será ese día, preparando para que todo esté perfecto y cuando te quieres dar cuenta, ¡ya estás haciéndote las foticos!
Dormí en casa de mis padres, mirando a cada hora la ventana porque no paraba de llover. La habitación no era ya mía, puesto que ya vivía con mi novio. Fue una noche llena de nervios y recuerdos. No necesité despertador, a las cinco de la mañana ya estaba en planta, a las once y cuarto me casaba, ¡pues a maquillarme, a peinarme a vertirme!
Uf..., y llega mi ramo, llegan los fotógrafos, ¡qué nervios! Ya se siente que va llegando la hora, aunque no tenía percepción de que hora era, en cinco minutos ya posaba tranquila y salía de mi casa. Había gente mirándome y diciéndome lo guapa que me veía, lo que hacía subir mi autoestima y mi tranquilidad. Me embarco camino a la iglesia en coche, el padrino llama a los familiares del novio para asegurarse de que este allí ¡no lo coge nadie...!
Seguir leyendo »¡Por fin! Mi cuñada me ha cogido el teléfono y me cuenta que llevan allí ya un ratillo, jejeje. Llego y diviso a todos los invitados, ¡y compañeras del foro!, ¡qué ilusión! Bajo del coche entre piropos y del brazo del padrino me acerco hacia el altar intentando evitar las lágrimas. Allí estaba él, más serio y nervioso que de costumbre. Me coloco junto a él y siento un "estás preciosa" que me hace suspirar nuevamente.
Tras la ceremonia los nervios desaparecen y salimos de la iglesia tranquilos y llenos de felicidad mientras reimos por la gran cantidad de arroz, pétalos y confetis que no cesan de caer. Después de un gustoso brindis nos dirigimos a la mezquita y judería para hacernos unas fotos en las que nos reímos, nos miramos y disfrutamos con complicidad. El tiempo volvía a desaparecer, pero el día seguía y ¡había invitados esperando!
De nuevo brindamos en nuestra llegada al restaurante y entramos al banquete con nuestra canción. Todos aplaudían alegremente, de nuevo me tocaba retener las lágrimas. No comí mucho ya que no tenía demasiado hambre. Cuando me quise dar cuenta estaba bailando patosamente la cancion de Il Divo "Hasta el final". Terminamos con un beso y con la sensación de que todo casi había acabado... Disfrutamos del baile y del viaje a Asturias.
Ahora sólo queda el bello recuerdo, un vídeo y muchas fotos que te hacen recordar la intensidad de lo vivido. Te hace ver que no era un sueño, era real.
Besoss
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