La boda de Pablo y Verónica en León, León
En el campo Verano Granate 4 profesionales
El 29/07/2017 1.184 3 1
P&V
29 Jul, 2017
El día de nuestra boda
Nos conocimos en el instituto. Comenzamos a salir en el 2005 y, por fin, el 29 de julio de 2017 dimos un paso más en nuestra relación.
El día comenzó a las 08:00 en la Peluquería Noah-Art, donde mi prima me había preparado una sorpresa. Había decorado la peluquería con globos, letras, una tarta de chuches y una nota. Ahí empezaron a aflorar las emociones. Durante el maquillaje y el peinado me fui relajando poco a poco y cada vez tenía más ganas de ver a mi futuro marido. Llegó nuestro gran fotógrafo, Carlos S. Suarez, y comenzaron las fotos. Una vez terminamos nos fuimos a la casa donde me vestí.
En casa de mis tías me esperaban ellas y mi madre. Allí estaba colgado mi vestido Olivia de Vertize Gala. Mientras me vestía, el fotógrafo aprovechaba para sacar fotos a mis zapatos, de Los zapatos de tu boda, y a mi ramo de novia, una creación de Flores desde el alma, que tenía unas ganas infinitas de enseñarlo.
Mientras, Pablo se estaba preparando en casa de sus padres, se levantó muy nervioso y hasta que no llegó el fotógrafo no se relajó. Entre sus padres le ayudaron a prepararse, se puso su traje, su camisa, sus gemelos, su chaleco y corbatín. Por fin estaba listo para ir a la Finca La Realeza.
Seguir leyendo »Yo empecé a ponerme un poco nerviosa porque mi hermano no llegaba con el coche para llevarme a la finca, pero todo tenía una explicación, me había preparado una sorpresa, había alquilado un coche y lo había decorado con flores. Cuando llegó nos pusimos en marcha para la finca, ya nos estaban esperando todos.
Al llegar comencé a caminar hacia el lugar de la ceremonia totalmente tranquila, solo me dio un poco de vergüenza cuando rompieron a aplaudir los invitados, pero según vi a Pablo se me pasó todo.
La ceremonia fue perfecta. Leyeron varias personas importantes para nosotros, realizamos el ritual de la arena, intercambiamos anillos y por fin éramos marido y mujer. Todo el mundo estaba muy emocionado pues llevábamos casi 13 años juntos y era un momento muy esperado.
Luego dio comienzo el cóctel y los invitados descubrieron nuestro seating plan, estaba inspirado en los juegos de mesa.
Cuando los invitados se sentaron en las mesas descubrieron unas mariposas de agradecimiento de Qué envidia de boda, un sobre secreto que tenía el juego de la mesa espía y un rollito que realizamos contando nuestra historia desde que nacimos hasta el día de la boda, incluyendo muchas fotos de todos nuestros invitados.
El banquete fue exquisito y abundante, todo un acierto. Durante el postre repartimos los detalles, habíamos hecho unos ramos de gomaeva para las abuelas y madres, unos baberos personalizados para los bebés, unos bolígrafos grabados para padres, hermanos y abuelo y para todos los invitados unos tubos con distintos tipos de café y cacao.
Preparamos a las solteras para lanzar el ramo que iba con sorpresa. Mi ramo al lanzarse al aire se dividió en 5 ramos, ¡qué de bodas vamos a tener!
Antes del baile, mis amigas y primas habían preparado el juego del zapato, fue el momento más divertido de la boda, todo el mundo se rio muchísimo y con la pregunta: “¿Quién sabe bailar mejor?”, comenzó el baile.
Para terminar, continuamos la fiesta por el centro de León, nuestro primer paseo por nuestra amada ciudad como marido y mujer. Y la fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
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