La boda de Pablo y Noelia en Segovia, Segovia

Antes de ir a la iglesia el fotógrafo estaba en casa para hacerme las fotos y no estuve nada nerviosa ya que me tomé un relajante muscular y estuve muy relajada. Me maquillé, me vistieron mis mejores amigas y mi madre.

Cuando me dirigía a la iglesia nos tuvimos que dar la vuelta porque se nos habían olvidado los pétalos para tirar con el arroz. El novio ya había llegado a la iglesia para asegurarse de que todo estaba perfecto, yo llegue 5min antes de mi hora, lo cual fue perfecto porque entre que sales del coche, te colocas el vestido y te miras para ver que no falla nada, pues mejor.

Después del Sí, quiero y de que la ceremonia, que salió preciosa, contratamos a un trio de música con canciones que elegimos nosotros. Seguido nos hicieron las fotos de novios y seguido llegamos al cóctel antes de la cena donde nos esperaban todos los invitados y un trio de mariachis que amenizó el momento. Justo al llegar nos tocaron: “Si nos dejan”, y quedó preciosa,

Llegada la hora del banquete, llena de sorpresas, regalo de la novia al novio (una espada de Conan el Bárbaro), motivo de su película preferida desde niño.

También, hicimos un baile practicado durante unos meses, un pasodoble. La gente se quedó alucinada porque no se lo esperaban.

Luego, la tarta, con una de nuestras canciones favoritas y la figura de novios fue especial, nos la hicieron especial para que saliese nuestro simba, el gatito, y algo que no he dicho es que para bailar el pasodoble me puse un vestido de bailes de salón, y luego para bailar el vals me puse otra vez el de novia con el cual estuve toda la noche hasta la madrugada.

Sé que me repito, pero es que fue perfecto. Supongo que se me olvidaran cosas, pero son muchas cosas que contar y quizá aburro.

Repetiría una y otra vez mi boda, un saludo.