La boda de Pablo y Ana en Otura, Granada

Una vez declarados marido y mujer, aparte de la esperada lluvia de pétalos y arroz, los compañeros de trabajo de Pablo nos dieron una sorpresa con una salve de pistolas Nerf. Después de los besos y los abrazos de felicitación, empezó el cóctel. Mientras sonaba 'You're my best friend' de Queen, hicimos el primer brindis con un par de cervezas. Entre canapé y canapé, nos hicimos las fotos en grupo y en un “pis-pás” era ya la hora de la cenar.

Para la cena hicimos una gran entrada montados en el descapotable al son de 'The power of love'. Entre plato y plato (todos riquísimos, por cierto), fuimos de mesa en mesa para saludar a nuestros invitados y hacernos fotos con ellos. Casi sin darnos cuenta, llegó la hora de la tarta, que 'cortamos' con el sable láser de mi chico. Cuando tomábamos la primera cucharada, el personal del restaurante nos sorprendió con una lluvia de confeti de corazones. Mientras la gente tomaba el postre, repartimos los detalles de los invitados y aprovechamos para hablar un poquito más con ellos.

Para nuestro primer baile escogimos la canción 'África' de Toto. Como ambos tenemos dos pies izquierdos, no hicimos ninguna coreografía, simplemente bailamos agarrados y dimos un par de vueltas. Al terminar nuestro baile, se abrió la barra libre y la gente se repartió entre la pista de baile, el photocall con Darth Vader y el candy bar. El dj, Fernando, estuvo increíble y animó un montón la fiesta con juegos y otras actividades, no paramos de bailar en toda la noche.

En definitiva, fue día maravilloso, todo salió estupendamente, y estamos más que encantados con nuestros proveedores.