La boda de Oskar y Elixabet en Getxo, Vizcaya
De noche Primavera Rosa 8 profesionales
O&E
18 May, 2019El día de nuestra boda
El día de nuestra boda fue el mejor día de nuestra vida, no podemos decir lo contrario y lo repetiríamos una y mil veces.
Llevábamos toda la semana mirando el tiempo, daban lluvias para el fin de semana a pesar de que el miércoles la gente estaba tomando el sol en la playa.
Finalmente llovió y mucho, pero es algo que no podíamos controlar. Al principio nos costó asumirlo, teníamos todo en mente pensado para que se hiciera en la terraza de Tamarises Izarra, que fue donde nos casamos. Pero una vez visto que todo eso que habíamos planeado junto con nuestra wedding planner, Leticia de Dylejaia Events, se podía llevar a cabo dentro, pues todo se calmó.
Fuera nervios, el viernes quedamos con amigos por la tarde para tomar algo después de nuestra firma en el ayuntamiento de Bilbao y el sábado amaneció lloviendo otra vez. Mi hermana nos acercó a casa junto con mi cuñado el prendido de Oskar y yo después de desayunar tranquila me fui a la peluquería y Oskar se fue a casa de sus padres.
Seguir leyendo »Estaba sorprendentemente muy tranquila la verdad, mientras estaba en la peluquería recibo un WhatsApp de Oskar diciéndome que se había acercado a Leioa donde una amiga para que le dejara una cosa y que a la vuelta había pinchado una rueda, esperó a la grúa, le arregló el pinchazo y a seguir a toda leche, ya que había quedado con una amiga suya esteticista para que le maquillara un poco por la cosa de los brillos y le disimulara alguna marquita.
Yo acabé en la peluquería y me fui a casa de mis padres a comer, la maquilladora llegaba a las 15:30 para maquillar a mi madre y después iba yo.
Dieron las 16:00, llegaron fotógrafos, Sergio y Bea de Deser Studios, y videógrafos, David y Ruben de Studios Bizkaia, y empezaron el "baile" mientras me maquillaban y yo seguía supertranquila.
Sobre las 17:00 aparecieron mi hermana y mi sobrina, que son las que me ayudaban a vestirme, me pusieron el vestido y luego me di cuenta de que no me había puesto ni los zapatos ni el cancán, así que vuelta a quitar el vestido y volver a empezar. Nos hicieron fotos juntas, con mis padres también y fotógrafo y videógrafo se marcharon. A los 10 minutos me llama el Sergio, el fotógrafo, y me dice que tiene pinchada la rueda, yo no me lo podía creer, por un momento pensé que era broma, pero no fue así. Así que en ese momento lo único que se me ocurrió es que volvieran y se llevaran mi coche que lo tenía aparcado en el garaje de mis padres.
A las 18:30 aparece mi coche, era un coche clásico de "mi jefa", lo conducía su marido y después de esperar a que llegaran los taxis para mi familia no aparecieron, así que mi sobrino se montó conmigo en el coche (sino no entraban en un coche) y nos fuimos todos hacia el restaurante.
Llegué tarde, solo 10 minutos, pero dicen que la novia se tiene que hacer esperar, ¿no? Mientras subía las escaleras detrás de mi padre me invadían las lágrimas, escuchaba de fondo la canción de Oskar, significaba que estaba pasando el pasillo junto con su madre y por dentro solo podía decir, Eli no llores por el pasillo, pero fue inevitable.
Agarrada al brazo de mi padre, giré la esquina de la puerta por donde empezaba el pasillo y vi a todos nuestros amigos, vi a una en especial la cual según me vio, empezó a llorar y ya no pude contenerme. Con una sonrisa de oreja a oreja y con lágrimas en los ojos crucé el pasillo junto a mi padre mientras todos aplaudían y en el fondo estaba Oskar, nervioso perdido y guapísimo.
Nuestro oficiante era Alex de Exel Dj y tras una ceremonia cortita, que es lo que queríamos, disfrutamos de un magnifico cóctel y banquete del que solo tenemos buenísimas palabras de todos los invitados. Una calidad en la comida y un trato excepcional el de Javi y el de todo su personal de Tamarises Izarra, solo tenemos palabras de agradecimiento.
Después de corte de tarta y regalos a familiares había que pasar a la fiesta en la que la música la ponía BK Music.
Una baile especial, 1 minuto y medio abrazados con "No hay nadie más" y se "cortaba" para que empezara "Bailar", que bailé junto a dos de mis sobrinos, ¡fue genial y superdivertido!
En el salón donde se hacía la fiesta estaba el candy bar que montó Leticia de Dylejaia Events, con el que había soñado muchas veces y del que habíamos hablado otras mil, pero es que cuando lo vi era aún más espectacular de lo que me imaginaba.
El tiempo se pasó volando, es cierto eso que dicen de que hay que disfrutar al máximo porque no da tiempo a nada.
Termino diciendo de nuevo: ha sido el mejor día de nuestras vidas.
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