La boda de Nico y Sheila en Gava, Barcelona

Después entramos al restaurante y ya todo genial. ¡Un montón de comida! Había invitados que me dijeron que era la mejor boda en la que habían estado nunca (¡no sé si será verdad, pero a mí me hace ilusión!), comida muy rica a pesar de que yo solo probé un par de cositas. Quizás me faltó un poco de luz en el aperitivo según me comentaron, pero yo no lo percibí. Después, una vez dentro del restaurante, también genial. Pusimos solo segundo plato, ya que habíamos aumentado el aperitivo con dos buffets y ellos mismos nos comentaron que lo hiciéramos así.

Después de la tarta, comenzamos el baile (¡la verdad es que nos salió mejor que de costumbre!) que era una mezcla de More than words y Grease. ¡Fue muy divertido! Y después ya se pasó rápido... Tenía varias embarazadas que desaparecieron rápido, así que nos quedamos poquitos. Sacaron unos churros con chocolate que habíamos contratado a eso de las 2h (un triunfo) y nos fuimos para casa. Eso sí... ¡A la mía! Que se quedaron aquí hasta las 9h, ¡qué jaleo!

Además, habíamos bebido y había que volver a casa, pero éramos muchos y los taxis tardaban 40 minutos, así que salió el DJ del restaurante y nos acercó aquí. ¡Qué majo! ¡Muchas gracias! Por el resto, ningún problema.

Los anillos nos los hizo Joyería Ros. De oro blanco y rodio negro, muy bonitos y la señora muy atenta. (560€ con descuento Bodas.net) Mi vestido era el vestido Candil de Aire. Yo iba buscando algo mucho más playero, pero al final ya se sabe... (1950€). El fotógrafo fue lo que no me gustó. Iba muy rápido y nos ponía nerviosos, además le pedíamos fotos y parecía que le costaba. Parecía que estaba allí solo para comer. No quiero tirar piedras sobre el tejado de nadie y, además, aún no tengo el material y no puedo avanzarme, pero la sensación general no fue buena. El dj lo ponía el restaurante, el photocall y todos los detalles los fuimos comprando por internet (pusimos lágrimas de felicidad, pomperos, arroz, chanclas e incluso potes con chuches).

Pero, sin duda, el detalle que marcó la diferencia fue el caricaturista que pusimos en el aperitivo. ¡La gente salía emocionada! Ese fue el verdadero recuerdo de la boda. ¡Muchos lo tienen enmarcado! ¡Eso mola! ¡Y por último mi luna de miel increíble de 24 días entre Japón, Kuala Lumpur, Bali y Gili! ¡Qué depresión a la vuelta!