La boda de Néctor y Andrea en Grado, Asturias

El día de nuestra boda

Néctor y Andrea 05/08/2023 parecía una fecha muy lejana cuando empezamos a organizar nuestra boda, siempre decíamos, bueno aún queda mucho tiempo, pero los días y los meses empezaron a volar entre preparativos.¡Mentiría si dijera que fue un camino de rosas porque no fue así, los nervios y los baches en el camino te ponen a prueba pero cuando por fin llegó el día, aunque parecía mentira, había llegado el día de nuestra boda!Amaneció un día espectacular, todo un logro dado que estamos en Asturias y el tiempo es impredecible, pero ese día estuvo de nuestro lado y el cielo estaba tan azul que parecía un lienzo. En mi caso, me fui muy temprano a la peluquería con mi madre y mi hermana y ya después al Palacio de Agüera para maquillarme y vestirme. Mi marido se quedó con su madre y estuvo preparándose hasta ir al palacio donde se vistió y supervisó todo antes de la ceremonia.Yo estaba muy tranquila, creo que pasé todos los nervios durante la semana anterior que fue una montaña rusa. Me maquillé en un corredor asturiano de ensueño con Laura, mi maquilladora, que es una persona maravillosa y mi madre y mi hermana al pie del cañón. Mientras todo pasaba nuestros dos cámaras, Berto y Andrés de Malabares, tomaban cada detalle para nuestro vídeo de boda.Hubo un momento en el que me dijeron que tenían una sorpresa para mí, salí para ver qué era y sin ver a mi marido, solo tocándonos las manos a través de una puerta, me entregó una cajita con una nota. En ese momento las lágrimas, aun sin querer, empezaron a salir, era una pulsera del árbol de la vida, algo con mucho significado para nosotros y una nota con todo su amor. Fue un momento mágico y totalmente sincero por su parte al regalármelo.Después de serenarme y despedirme de él, sin vernos, se fue a acabar de vestirse y arreglarse a su habitación y yo a la mía.¡Aunque no todo fueron cosas bonitas, mi padre, el padrino, llegó 10 minutos antes de la ceremonia y el autobús con los invitados no aparecía! ¡Crisis! Afortunadamente, todo quedó en anécdota y todos llegaron sanos y salvos.Estando ya preparada para bajar, escuché la canción de entrada de mi marido, una canción que escogió y que no podía ser más bonita, me puse tan nerviosa que no podía bajar las escaleras. Cuando por fin bajé, caminé del brazo de mi padre al altar al ritmo de lady Gaga y lo vi tan guapo, porque estaba espectacular, brillaba, y vi a mis amigas y a mi familia, me dio un vuelco al corazón.Nos casó su mejor amiga, hizo una ceremonia preciosa, nos leímos nuestros votos con todo nuestro amor, leyó mi hermana para nosotros y mi prima de 10 años. Diría que se emocionaron hasta los cámaras, porque fue una ceremonia que te ponía la piel de gallina.A partir de ahí, ya oficialmente dándonos el "sí, quiero" e incluso saltando las vacas del vecino al sonar el himno de Asturias, que eso solo lo sabe al que le corre Asturias por las venas, comenzó la fiesta. Un cóctel de dos horas con música de ambiente y todo servido por casa Zoilo, fue superdivertido, muy caluroso y muy rico. La comida ya en el interior, fue un no parar de risas, gritos, besos y regalos sacados del alma.Bailamos, bebimos y reímos hasta la una de la madrugada en el día más feliz hasta la fecha y que tanto él como yo repetiríamos cada día, porque esto hasta que no lo vives no se siente. Es un día lleno de magia y cuando te casas con un hombre como el mío, que le costó dar el paso, pero cuando lo da no hay marcha atrás, el valor es el infinito.