La boda de Natalia y David en Montilla, Córdoba

Los fotógrafos nos esperaban allí. Comienzo a vestirme, miles de fotos, muchas risas. Llegó el momento. Bajo las escaleras, oigo la traca que anuncia que el novio está saliendo de la casa. Una vez que me avisan de que ya ha salido, salimos nosotras. Traca para la salida de la novia. Llegamos al restaurante y nos paramos unos metros antes para que traigan el caballo. Seguía lloviendo pero yo ni lo notaba. A mitad de camino me encuentro con uno de mis mejores amigos que me grita: "¡Noviaaaa, guaaapaaa!".

Ya estoy en la puerta del restaurante, me bajo del caballo y mi padre me ofrece el brazo. Mis damas de honor van delante de mí, guapísimas las tres. Y allí estaba él, esperándome. ¡Iba taaaan guapo, sonriéndome! Una vez a su lado me dio la mano y el pobre temblaba. Comienza la ceremonia. En un momento dado una de mis damas de honor lee un pequeño discurso que había escrito otro de mis amigos y tuve que contener las lágrimas. El texto es el siguiente:

"Hoy no es nuestra intención alabar ni ensalzar las virtudes o las grandezas de la institución matrimonial. Hoy preferimos hablar de personas; un hombre y una mujer que a pesar de que posiblemente en esta fecha vayan a compartir el día más feliz e inolvidable de sus vidas, no necesitan papeles, leyes o celebraciones para demostrar al mundo que son almas gemelas, se complementan el uno al otro o se necesitan desde que se conocieran hace más de 6 años.

Desde aquel día de junio siempre han estado juntos, sin importar problemas económicos, personales o qué kilómetros de tierra los separaran en el plano físico. Contra viento y marea han conseguido afrontar el oleaje y siempre han estado ahí para apoyarse mutuamente y llevar a buen puerto un proyecto en común que hoy llega a una nueva etapa que ellos quieren compartir con nosotros ya que de alguna manera también formamos parte de sus vidas.

Si aficiones, gustos e incluso ideas los diferencian a ambos; humildad, bondad, los estrechos lazos que comparten con sus familiares o el ser amigos de sus amigos los emparentan y los convierten en iguales, gemelos al fin y al cabo. Lo que a uno le falta el otro lo complementa, cuando a alguno de los dos le faltan fuerzas el otro se las presta, saben transmitir lo que sienten el uno por el otro sin necesidad de gestos o palabras, sólo con miradas. Al fin y al cabo son un tipo de pareja que escasea a día de hoy, pero que siempre son las que con más fuerza asientan las raíces de una relación mutua.

Hoy David y Natalia comparten su felicidad con nosotros, haciéndonos testigos del afianzamiento de una relación que no ha hecho más que empezar y que los hará madurar como pareja e individuos. Por suerte nosotros estaremos allí junto a ellos y los suyos para que en años venideros podamos dar fé de que una vez existieron y así relatar, a todo aquel que quiera escucharlas, las historias que narrarán la clase de personas que llegaron a ser."

Nos entregamos los anillos y el esperado "Podéis besaros".

Luego las felicitaciones, abrazos y besos. Después del cóctel de bienvenida pasamos al salón. Una entrada espectacular. Comenzaron las actuaciones y la gente estaba maravillada.Repartimos regalos; primero a las abuelas, que se emocionaron muchísimo; después entregué el ramo de chuches y una hucha a una amiga que se casa el próximo año. Regalo a los caballeros de honor y a las damas de honor, menos a uno de los caballeros de honor que es mi mejor amigo, como mi hermano, que lo dejé para más tarde. Empezó a sonar una canción que es muy importante para nosotros, y me acerqué a darle su regalo que era un álbum de fotos nuestras y se emocionó.

El corte de la tarta, otro momento espectacular. La gente aplaudía sin parar, y justo en el momento del postre, mi fotógrafo puso un vídeo que hizo con fotos nuestras. La gente se emocionó y aplaudió como si se le fuese la vida en ello. Llegó el momento del baile y ahí fue cuando toda la tranquilidad que había tenido hasta el momento se fue al garete, pero al final todo salió perfecto, la gente no se esperaba para nada el baile que teníamos montado. Luego comienzo de la barra libre donde estuvimos hasta las 5.30 de la mañana dándolo todo y luego se metieron todos mis amigos en la habitación nupcial y estuvimos hasta las 7 de la mañana. Fue todo increíble ¡y lo repetiría mil veces más!