La boda de Nacho y Cristina en Ciutadella De Menorca, Islas Baleares

Para ir al ayuntamiento en teoría iba en el coche de mi padre, pero no. Mis amigos alquilaron un coche clásico color crema. ¡Qué preciosidad! ¡Qué sorpresa, qué amigos! La ceremonia preciosa (¿qué voy a decir yo?). Más guapo estaba mi pareja esperándome. Mi cuñado, mi hermano y mis 2 amigas se encargaron de las lecturas. Mi cuñado nos leyó unas palabras que arrancaron los aplausos de todos los invitados.

Mi hermano, que es súper discreto, no le gusta hablar en público. Hizo un gran esfuerzo y leyó un trocito de "El Principito". ¡Qué orgullosa estoy de él! Mis 2 amigas nos prepararon la ceremonia de la arena. ¡Qué bonito! Reímos y lloramos muchísimo. Por recomenadación de una amiga, aproveché para ir al baño antes de salir del ayuntamiento. ¡Súper buena idea!

Yo ya sabía la sorpresa del coche porque había llegado con él, pero mi ya marido no. Cambio de planes para las fotos. Quisimos aprovechar el coche. Los fotógrafos unos artistas. ¡Qué fotazas! Llegamos al cóctel. Nuestros sobrinos salieron a recibirnos. Me los como. Nos hicimos muchas fotos. Siempre faltan. Gente que se despista o que se olvida.

Gracias a mis sobrinos comimos jamón. Como eran niños nadie les decía nada y se colaban por todo y siempre se llevaban el platito de jamón recién cortado. 2 amigos nuestros se pusieron haciendo pasillo a los camareros cuando salían de la cocina, así que como os podéis imaginar se pusieron las botas.

Pusimos unas cámara Instax y un libro de firmas. ¡Una gran idea! La recomiendo. La gente se lleva un recuerdo a sus casa porque de 200 fotos que había por hacer nosotros tenemos unas 20 en el libro de firmas. El resto están en las casas de nuestros invitados.

La cena exquisita, casi no cené. No tenía hambre, pero mi marido disfrutó mucho de la cena. Tengo que decir que no podia ir al baño. Siempre había alguien que quería una foto o hablar o felicitarnos. ¡Suerte que me empeñé en poner unas cestitas en los baños. Se me rompió la tela que cubría el cancan. Suerte que puse hilo y aguja y mi cuñada, que es una mañosa.

Preparamos unas bolsas con regalitos para los niños y triunfamos. Tenían desde 1 a 12 años. Eran iguales. Había cosas para todas las edades, se estretubieron mucho y los papis pudieron cenar bastante tranquilos.

Tuvimos algún regalito sorpresa por parte de nuestros amigos. ¡Si es que los adoro! Solo tuve un momento de tierra trágame. Estaban preparando la sala para bailar y me quedé quieta. Petrificada. Sentada en una silla. Abanicándome. No podía levantarme. Me temblaban las piernas, pero pude levantarme y bailar.

Bailamos una bachata (Stand by me de Prince Royce) para quitar nervios, preparamos una pequeño baile desenfadado de la canción de Don Omar "Danza Kuduro". ¡La fiesta fue un éxito! El photocall lo preparé todo yo.

El atrezzo desapareció. La gente no paró de bailar ni de hacerse fotos. ¡Genial! Los peques de la casa se lo pasaron súper bien. Las guitarras hinchables y los mirófonos triunfaron y las narices de payaso ni os cuento. La cámara Instax alguien la sacó y empezó a hacer fotos durante la fiesta. ¡Genial! Un recuerdo precioso. ¡Todo el día fue mágico, especial.

Pasó rapidísimo, eso es cierto, pero por suerte contratamos a 2 fotógrafos y 1 videógrafo y fue la mejor elección. Ahora tenemos como 4 horas de vídeo y más de 2000 fotos para recordar ese maravilloso día. La app Weddshoots más que recomendable. Gustó mucho y es muy práctica. Gracias a esta app tenemos casi 1000 fotos más.

Imaginaos a mi sobrina con 8 añitos (se levantó como yo a las 7 y media de la mañana) a las 2 de la mañana acabó en una butaca justo al lado del dj roncando. ¡Mi niña! Gracias a un amigo que hizo de "paparazzi no oficial" tenemos la cara "b" de la fiesta. Unos selfies con los invitados y las mejores fotos de mis peques. Ahora con el buen tiempo haremos la postboda.

Chicas y chicos, disfrutad de los preparativos pero, sobre todo, disfutad del día B. Solo son unas horas y pasan volando. Habrá anécdotas (tengo un montón) que os acordaréis toda la vida. Haced vuestra boda a vuestro gusto, que para algo es vuestra. Personalizadla, hacedla vuestra, pero pensad que hacer mil detalles a lo mejor no todos los invitados se darán cuenta. Teníamos un marco para el photocall de más de 1 metro, mira que era grandecito, pues muchos invitados ni lo vieron. Lo mejor es el recuerdo que tendréis para toda la vida.