La boda de Miriam y Luis en Montcada I Reixac, Barcelona

El día de nuestra boda

Aquel día cuando me levanté me fui con mis amigas a desayunar y a la peluquería. En esos momentos todavía no estaba nerviosa, empezaba siendo un día relajado. Cuando volvimos a casa ya peinaditas y maquilladas, mientras mis amigas se vestían yo me dediqué a bajar al perro y en busca de mi ramo de novia (eso me hizo estar tranquila, me dio tiempo de pensar en mis cosas). Cuando llegó el fotógrafo todos estaban en casa super guapos menos yo que me vestí en ese momento. Nos hicieron el reportaje de fotos (a mí que me encanta posar estaba en mi salsa).

Se fue acercando la hora y cogimos el coche para dirigirnos al restaurante. Fuimos todo el viaje cantando y bailando para liberar tensiones y cuando llegamos al restaurante (era allí la ceremonia en el jardín) mi padre abrió la puerta del coche y tachán. Llegaron los famosos nervios, me empezó a temblar todo, tenía una sonrisa temblorosa y con la lagrimilla a punto. Empecé a escuchar la música que indicaba que entraba mi futuro marido (y yo con el temblor en las piernas) y a continuación sonó mi canción.