La boda de Miguel y Rosa en Palma De Mallorca, Islas Baleares

Así que decidí que mi boda seria el día más feliz de mi vida, pero también decidí llevarme a cuestas una lección muy importante: Lo más importante de la vida es compartirla con las personas a las que amas. Y le planté cara a la vida que me quería quitar esta experiencia y decidí tomar las riendas de todo y adelantar mi boda, de 3 meses que nos quedaban a 3 semanas. Como no mi marido me apoyó incondicionalmente.

Los primeros días fueron duros porque ambos nos asustamos pero sorprendentemente el destino me dio todo para poder hacer realidad nuestro día. Hice coincidir todo el día 7/7/2017, cuando digo todo es todo. No quisimos renunciar a nada de lo que habíamos soñado (música en la iglesia, mismo hotel, misma iglesia, misma maquilladora, detalles personalizados, fotos de nuestro invitados, nuestro baile, ¡todo!). Además tuve la suerte de dar con grandísimos profesionales que nos ayudaron y nos dieron esa paz que necesitábamos. Pude conocer a personas realmente increíbles. Me sorprende mucho porque creo que con nuestra energía positiva hemos atraído a nuestra vida todo lo mejor para nuestra boda. Desde mi maquilladora/asistente que lloró cuando me vio vestida de novia, hasta fotógrafo y video que me dijeron que la mejor boda de todas sus vidas, hasta el organizador del hotel que nos mimó y nos consintió todo lo que queríamos.

Llegado el gran día pude disfrutar de compartirlo con mis padres y con mi marido (aquí está la lección aprendida, fue una boda con 90 invitados pero yo lo tenía todo concentrado en 3 personas y no necesitaba nada más para ser feliz). Desde que me levanté disfruté como una niña pequeña, llevaba la sonrisa puesta todo el rato, la gente no dejó de decirnos que desprendíamos amor y felicidad por los cuatro costados. ¡Disfruté tanto! Ahora me doy cuenta que cosas que al principio me parecían super importantes, ese día ni si quiera les presté atención. No pude llorar, sí que estaba muy emocionada pero estaba tan feliz que me invadía una energía que no dejaba salir ni una lágrima de mí. Mi marido lloró cuando me vio entrar a la iglesia, abrazó a mi padre y nos fundimos en un abrazo lleno de aplausos y ahí empezó el mejor día de nuestras vidas.

Gracias a esta aplicación/foro porque me ha servido de muchísima ayuda.

A todas las que os vais a casar, disfrutad mucho del antes, durante y después, y sobre todo lo importante no está en los pequeños detalles sino con quien lo vais a compartir.

Un beso y abrazo enorme.