La boda de Miguel Ricardo y Beatriz en Valladolid, Valladolid

Me maquillé en Sephora, no soy alguien que se pinte mucho por norma general, así que le pedí a la chica que fuese natural, en la prueba ya me pareció algo recargado y se lo comenté para que el día de la boda hiciese algo más ligero, con menos ancho de raya y menos oscuro. Hizo lo que quiso, en verdad parecía un travesti cuando salí de allí, las pecas ni se asomaban y además tanto maquillaje hacia que llorase un ojo. Pero no daba tiempo a cambiarlo asique así decidí finalmente que me conformaría con ir. Llegue a la peluquería decepcionada con el resultado y llorando de el mismo ojo, el maquillaje se iba moviendo conforme me lloraba... En diez minutos mientras me hacía el recogido la peluquera, que era amiga mía invitada a la boda, el ojo que me lloraba se convirtió en un círculo negro de la ceja al principio de la mejilla. Llamamos y llamamos a la chica para ver si podía acercarse a arreglarlo y nos dijo que si, a la media hora no había llegado, insistimos y como a la vigésima vez que la llamamos nos dijo q tenía que ir a otro sitio y que no se iba a acercar. No sabía qué hacer, si quitármelo y hacerlo yo o improvisar con la peluquera... Quedaban dos horas para la boda, no había comido y mi móvil estaba en el frigorífico recalentado y apagado...

Llamé a mi hermana y me fui siguiendo instrucciones de mi amiga peluquera al Corte Inglés en taxi. Por cierto, eran las fiestas patronales y todo cerraba por la tarde. Llegué a Mac y con cara de mucha pena pedí ayuda, en media hora estaba lista, con maquillaje resistente al agua y por 10€ menos que en el otro lado...

Finalmente, llegue a casa 5 minutos antes que el fotógrafo, todo bien, mi familia no había empezado a vestirse... En las fotos salgo yo ayudando a vestirles a ellos. Llegamos 10 minutos después que el novio solamente, no fue para tanto.

La ceremonia fue muy emocionante, si tenéis oportunidad de poner una coral o un coro es tremendamente bonito, todas las tías de ambos se emocionaron. Los del pueblo al salir nos echaron garbanzos que dolieron un poquito, montamos en el coche y salimos derrapando de la iglesia como buenos drifters.

El lugar del banquete era precioso, todos lo pasaron muy bien, hay miles de momentos para recordar de ese día, la complicidad con los amigos de mis padres, las "bromas" de los amigos con el regalo, los míos metieron los billetes (de 5€) en pajitas, así que costó sacarlos la verdad. Anécdotas de todo tipo entre los amigos de unos y otros, la familia encantada. Yo lo pasé un poco mal al final entre nervios y la presión del vestido que aunque era precioso, la modista de Ada Novias decidió irse de vacaciones 8 días antes de la boda y el vestido aunque lo encargué en febrero no estuvo en la tienda hasta el 23 de agosto, entre el lío de preparativos, la wedding planner de baja por lumbago, el trabajo final sin entregar sólo pude probármelo dos veces y no hizo bien los arreglos, metió el contorno de la espalda en vez de la Copa y me apretaba muchísimo, apenas pude comer, tuve ganar de vomitar toda la barra libre y no pude ni tomarme una copa, acabé con el vestido abierto para poder disfrutar y la gente me decía, ay que se te abre, y yo, ¡no no no!

Al final fue un día tortuoso, pero lleno de momentos maravillosos, a pesar de la locura, tengo muy buenos recuerdos.

Lo mejor el lugar del banquete (Cepa 21), los detalles de la boda y las figuras de los novios (Dins Art) y la compañía.

Un consejo: Pase lo que pase, no todo va a salir bien, acepta eso y disfruta de lo demás, es un día muy especial.