La boda de Miguel y Paula en Valencia, Valencia

Finalmente, llegó el momento de entrar junto a mi madre y a esperar a mi chica desde el altar. Al cabo de unos pocos minutos, llegó ella con el mismo coche que me había traído a mí y cuando la vi bajar me dio un vuelco el corazón de lo guapísima que estaba. El vestido, de la firma Josefina Huerta, era espectacular, así como el maquillaje y el trabajo de peluquería por VLC estilistas. Mi chica estaba radiante de felicidad, los dos estábamos nerviosos y la emoción nos desbordaba.

Pasamos bien la ceremonia y las fotos de rigor de después. Llegamos a la Jardines la Hacienda con el mismo coche de alquiler, que se quedó durante la hora de cóctel para que los invitados pudieran hacerse fotos junto al coche. Cuando llegamos, todos los invitados nos esperaban y al bajar del coche sonó una traca valenciana. Entramos al hall con la canción "Canon en re mayor" y luego al salón principal bailando con una versión marchosa estilo navideña.

La comida espectacular, tanto en presentación como en abundancia y el trabajo de todo el equipo de Jardines excepcional. Durante el sorbete pusimos el "cumpleaños feliz" y les dimos un detalle a los 7 cumpleañeros. Durante el postre hicimos una presentación en power point para las madres y les regalamos un ramito de flores, les encantó y se emocionaron muchísimo. Luego, unos amigos nos prepararon a nosotros también una presentación power point y un vídeo, donde yo le regalé a mi chica también un ramo gigante de tulipanes. Casi acabando la tarta, el grupo de amigos de la universidad salieron de la cocina con atrezzo navideño, con globos con dinero dentro y con un maletín lleno de monedas. Nos hicieron un juego para adivinar el código que abría el maletín y los globos tuvimos que explotarlos.

Posteriormente, tanto los momentos de cortar la tarta como el baile nupcial fueron mágicos, con canciones que previamente habíamos elegido nosotros. Utilizamos una cámara polaroid para colgar las fotos en el libro de firmas y la gente colgaba también sus deseos en unas tarjetitas que habilitamos para el árbol de deseos, que era el mismo árbol de navidad.

Durante la fiesta la gente se lo pasó genial (incluso iban picando del Candy Bar y de la fuente de chocolate) y acabamos a las 5 de la mañana. Cuando llegamos al hotel nos esperaba una botella de cava y unos bombones. Todo fue a pedir de boca, y todo transcurrió tal y como habíamos soñado. Un día inolvidable para nosotros y para todos nuestros familiares.