La boda de Miguel y Olga en Salamanca, Salamanca
Elegantes Verano Rojo 7 profesionales
M&O
20 Ago, 2022El día de nuestra boda
Hoy hace una semana de nuestro gran día. La verdad es que después de 5 años esperando a que llegase, estábamos en una nube, pero lo disfrutamos a tope. Hubo muchas ausencias importantes, pero bueno, lo supimos llevar con el cariño de la gente.
El día empezó un poco estresante, mi futuro marido y los niños se habían quedado dormidos en lo que yo me daba una ducha rápida, salimos a la carrera. Miguel y mi hijo fueron derechos a la peluquería, y mi hija y yo hacia el hotel a dejar a la niña con mi padre y a buscar a mi hermana Susana para ir a la peluquería, yo atacada de los nervios. Menos mal que nos esperó el taxi y, aunque ya me llamaba Miguel para ver por dónde estábamos (llegamos 10 minutos tarde), al final nos atendieron superrápido en la peluquería. Teníamos pensado salir a las 11:30 y salimos a las 10:45, yo atacada, pensado que eran las 11:45, hasta que me dijo mi hermana: tranquila, que son las once menos cuarto, no sé por qué, pero ahí me relajé; pedimos un taxi, y para el hotel con mi hijo y mi hermana.
Seguir leyendo »Llegamos, y mi padre y la niña estaban tan contentos jugando, subimos a la habitación de mi padre y fui cambiando todo lo de mi vestido y lo de los niños para la habitación de los novios. Mi hermana ayudó a vestirse a mi padre, pues ya son 84 años los que tiene y van mermando las funciones. Yo, muy tranquila, que ni me lo creía, empecé a vestir a mi hija y después al niño. Las chicas del hotel decían que qué guapos iban. Cuando ya estaba terminando de vestir al niño, llamaron a la puerta y era mi amiga Mónica. Me ayudó a terminar de ponerle los zapatos al niño y yo seguí peinando a la niña. Les eché su colonia, y todo listo. Yo empecé a vestirme yo. Las medidas se me rompieron, nada, sin medias, llamaban a la puerta. Mi hermana y mi padre ya estaban listos. Y en este rato ya llegó el fotógrafo y me dice: Olga, tranquila, que vas más que bien de tiempo. Que son las 12 menos diez. Mónica y mi hermana me ayudaron a vestir, y cuando ya casi estábamos, llamó la chica de recepción, ya traían mi ramo y los prendidos para el novio y el padrino, mi padre. Nos hicieron unas fotos en la habitación y ya el fotógrafo les mandó bajar para la recepción a todos, pues habíamos 7 personas en la habitación, y así él aprovechaba para hacerme unas fotos a mí sola para que me relajase un poco más. La verdad es que bajamos a recepción, y allí nos hizo alguna más y todos tan tranquilos. Los niños ya iban cansados de estar de un lado para otro, pero se portaron genial.
Llegó Manu, el del coche que habíamos contratado, y me dice "Qué guapa estás, Olga, y qué tranquila estás". Esperamos unos minutos más y todos subimos al coche. Mi padre, los niños y el fotógrafo junto a Manu. Al salir, toda la gente que estaba en la terraza del hotel aplaudiendo y gritando "¡Viva la novia, guapa!". Y ahí sí que si me emocioné un poco y ya me entraron mariposas en el estómago. Tengo que decir que el trayecto fue precioso. Toda la gente se quedaba mirando al pasar el coche y saludando. Los niños estaban superfelices, y llegando ya a la iglesia de Maria Auxiliadora. Me dice Manu: pues, Olga, vas a llegar puntual. Y eso es lo que yo quería.
Al llegar, todos aplaudiendo y gritando vivan los novios. Manu ayudó a salir a mi padre del coche y ya mi futuro marido que, por cierto, estaba guapísimo, abrió la puerta y ayudó a los niños a salir del coche. Y después a mí, que con tanto volumen pensé que me entrizaba, pero no, salí muy bien.
La ceremonia fue preciosa. Nuestro párroco, Nacho, fue el encargado. Y nuestros hijos nos llevaron las arras y los anillos. Al salir, nos embadurnaron de confeti. La gente fue directa al hotel para disfrutar de una hora de lunch. Y nosotros fuimos a hacernos unas fotos por los Dominicos y puente Romano, que han quedado preciosas. Nos fuimos al hotel, y allí estaban todos tan a gustito sentados. Nos pusieron nuestra primera canción de entrada al jardín, Vivir la vida de Marc Antoni, y un poquito de champán para brindar. Como ya hacía casi una hora que la gente estaba en el picoteo, nos dejaron estar unos 10 minutos más, y luego ya la gente a sentarse en sus mesas. Nosotros estábamos en una nube, estaba saliendo todo genial.
Entramos en el salón del convite, nos pusieron nuestra canción de Chayanne, Madre Tierra, y todos aplaudiendo y bailando. Nos sentamos, y ya ahí fue todo fantástico. La gente quedó supercontenta con la comida. Todos bailaron, hasta mi padre, el hombre, qué bien se lo pasó; mirad si estábamos en una nube, que ni Miguel ni yo nos dimos cuenta de bailar un trozo del baile nupcial, él con su tía y yo con mi padre, pero el ver a la gente tan feliz y contenta y pasándoselo a lo grande ha sido nuestra mayor satisfacción.
El día se pasó no tan rápido como todos decimos, a mí me pareció tan bonito que no quería que se terminara nunca. Lo disfrutamos tanto, que no lo cambiaríamos por nada del mundo. Agradecidos eternamente a todos nuestros proveedores por todo lo que se han involucrado en nuestra boda. Desde Pacheco Novias, Pañerias Fernández, Peluquería Álvaro y Sara, MB Clásicos Manu Bueno, y nuestro querido Hotel Helmántico. Todos junto con nuestras familias y amigos hicieron que nuestro día fuera espectacular. A las futuras parejas, disfrutad de cada momento. Este día solo se vive una vez. Aquí os dejo unas fotos del gran día.
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