La boda de Miguel y Esther en Crevillente, Alicante

El día de nuestra boda

Para nosotros fue la boda soñada. La entrada a la ceremonia fue tan emocionante, ver a la familia y amigos, y sobre todo a mi marido esperándome, ¡estaba tan guapo! Las emociones estuvieron a flor de piel. La ceremonia fue divertida y emotiva, tan hecha a nuestra medida. Hicimos un ritual precioso, pintar sobre un lienzo, nos divertimos mogollón. Tras esto fue el brindis, también un momento muy bonito. Al finalizar la ceremonia mandamos muchos besos a todos los invitados (ya que no nos podíamos abrazar ni besar en estas circunstancias), y pasamos al convite, donde realizábamos el cóctel sentados y el menú. Y, entre plato y plato, repartimos todos los regalos, a la maestra de ceremonia, hermanos, padres, amigos, ramos, liga, cumpleaños... y, además, también hicimos un juego muy guay con todas las mesas. Después vino el corte de tarta y nuestro preciado baile, nos lo pasamos de lujo bailando, y nos salió perfecto, jajaEn la segunda parte de la boda tuvimos un fotomatón. Maravillosos, foto por aquí y por allá, y a las 9 de la noche el resopón, todo buenísimo. Y como golpe final, un video que nos hicieron los amigos muy, muy chulo.Fue el día soñado, tras tantos cambios a lo largo de estos meses de Covid. Y somos muy felices. Gracias por acompañarnos.