La boda de Miguel Ángel y Laura en León, León

El día de nuestra boda

Llevaba años soñando con este día, pero nunca pensé que fuera a ser un día tan mágico y especial. El día anterior ya nos habíamos casado en el Ayuntamiento de León, por lo que le quitamos presión a ese momento. Celebramos una preboda con los invitados, pero nos fuimos pronto a dormir para estar frescos ese día.

Nos despertamos pronto y cada uno empezó con su agenda: mi marido acudió a su peluquería habitual a las 11 y luego permaneció en casa de su madre hasta que llegó la hora de ir al hotel de la finca para sacar las fotos del momento de vestirse. En cuanto a mí, yo fui a la peluquería a las 11 con mi madre, donde nos peinaron y maquillaron, luego fui a nuestra casa y comimos pronto, llegaron los fotógrafos sobre las 3 y empezamos con el proceso de vestirme y celebrar con mi familia el momento.

Mi marido llegó a la finca a las 6 de la tarde, para atender a los invitados y organizar si hacía falta algo. Yo llegué a las 6:55, justo a tiempo para el comienzo de la ceremonia. Recuerdo que toda la finca estaba preciosa, con el árbol ceremonial decorado todo con flores, alrededor había muchas sillas para los invitados y nuestro banco en el centro, al lado del cual se encontraba mi marido viéndome entrar emocionado. Mi padre me llevó hasta el altar y dio comienzo la ceremonia, en la que nuestra maestra de ceremonias hizo un trabajo increíble, consiguiendo emocionar a más de la mitad de los invitados. Los músicos tocaban canciones de bandas sonoras de videojuegos y comenzamos con la ceremonia de la luz, la cual fue todo un acierto, diciendo nuestros votos al final. Por último, leyeron familiares y amigos y dimos por finalizada la ceremonia para dar pie al cóctel.