La boda de Michel y María en Ballesteros De Calatrava, Ciudad Real

El día de nuestra boda

A pesar de planear, de organizar, pensar en cada detalle, ese día sale como tiene que salir, y lo mejor es sólo mirar lo bonito, disfrutar y olvidarse de todo, porque tú eres el centro, y todos van a estar velando para que tú disfrutes, así que el mejor regalo que les puedes hacer es que te vean feliz. Es por eso, que puedo definir el día de mi boda como el mejor día de mi vida. Lo pensé de muchas formas, lo imaginé de otras y también lo soñé. Pero al final, eso se quedó tan pequeño, porque el día fue aún mejor de lo que mi mente podía haber planeado.

Como consejo os digo que intentéis mirar por el bien de todos, que intentéis involucrar a las personas que más queréis, porque serán ellos los que en ese día cuiden de cada detalle. No te agobies, no te rindas, no te conformes, todo llega y llega mejor. Vive cada momento, y vívelo bien, para que nunca puedas olvidarlo. No te centres en esos detalles que a veces son tan obsesivos como la comida, la distribución de las mesas, qué hacer para los niños, casi nunca uno solo sabe qué hacer, así que pide ayuda, opinión, y si puedes, déjalo en manos de alguien de confianza que le haga ilusión. No te niegues a nada y no te abras a todo, considera distintas posibilidades, sopesa, se creativo, porque si hay algo que todos queremos es que nuestra boda sea única y diferente.