La boda de Michael y Emi en Palma De Mallorca, Islas Baleares

Y veo a Michael esperándome. Empiezo a ver a gente que tengo tantas ganas de abrazar a los lados. Amigos que hace años que no veo y han venido para compartir este día. Miro a Michael y sigo avanzando con mi padre. Llegamos al altar y estoy temblando, pero Michael me coge la mano y nos tranquilizamos juntos, los dos estamos super nerviosos. Y viene Miguel, el cura, a decirnos que todo saldrá bien y que no nos preocupemos. Y ahí me relajo y empiezo a disfrutar de la ceremonia.

Le traduzco todo lo que puedo a Michael, hay risas y miradas de complicidad. La ceremonia pasa volando. El sermón es precioso, canciones del coro y risas. Llega el momento de los votos. Nervios de nuevo. ¡Manos sudando, los anillos no entran bien! ¡Risas, y lo solucionamos sin problema! En un abrir y cerrar de ojos, la ceremonia ha terminado. ¡¡¡¡No me lo creo, estamos casados!!!! Firmamos. ¡¡¡Es real!!! ¡¡Ahora toca disfrutar con la familia y los amigos de una cena y fiesta que esperamos salga bien!!

¡¡Cogemos de nuevo el cochazo, pero ahora con mi marido!! Disfrutamos del trayecto hacia Es Revellar él y yo, hablando rápido, nerviosos, compartiendo todo lo que ha pasado y cómo nos sentimos. ¡¡¡Mucho amor y muchos besos, estamos casados!!!

¡A partir de ahí continua el sueño, todo pasa volando! Nos paramos a hacer fotos en un descampado, luego llegamos a Es Revellar y más fotos. Los invitados empiezan a llegar y veo que curiosean mientras Michael y yo seguimos posando. ¡Y ya por fin llega el momento de bajar las escaleras y unirnos a nuestra gente para comer y celebrar!

Empezamos con los aperitivos. Música, fotos, abrazos y risas. ¡¡No me puedo creer toda la gente que ha venido de diferentes partes del mundo para vernos, para compartir este día con nosotros!! ¡¡Los echaba tanto de menos!! ¡Me gustaría tener horas para hablar con todos, pero es imposible! Nos ofrecen comida, pero no tenemos mucha hambre y estamos hablando con todos, de un lado para otro!

Después de lo que parecen 5 minutos (¡1 h casi y cuarto!), toca ir hacia el banquete. Primero llevan a los invitados y Michael y yo volvemos a tener unos minutos para nosotros. No paramos de repetirnos: ¡¡¡estamos casados!!! Nos vienen a buscar y nos llevan a otra zona para tomar unas fotitos más antes de entrar a la zona del banquete.

Entrada de nuevo, música, bailoteo rápido y risas. Vamos para la mesa presidencial, Michael y yo abrimos el bufete y empieza la cena. Creo que estas son las 3 h que pasaron más rápido. Desde donde estamos podemos ver a todos. Miro, observo, me encanta ver a la gente hablando, compartiendo, riéndose, comiendo y disfrutando. Miro a mis amigos con sus hijos a los que aún no había conocido, y ¡por fin he conocido hoy! ¡Quiero achucharlos a todos! Michael y yo disfrutamos de la comida muchísimo. Absolutamente deliciosa. Hablamos con mis padres y con sus padres. Amigos se acercan a la mesa a saludar, a dar abrazos y a compartir unos minutos.

¡Llega el momento de cortar la tarta! Nos sacan una tarta preciosa, y no un cuchillito no, ¡¡¡una espada enorme!!! Nos reímos, ¡cortamos la tarta como podemos sin desmontarla, y ahora toca el discurso! ¡Una buena amiga nuestra ha preparado un discurso con mucho cariño que nos hace reír y llorar! Mientras escuchamos, los postres se reparten y disfrutamos de un variado dulce excepcional.

Viene Sonia y me dice que ya toca empezar la fiesta. ¿En serio? ¿¿¿Ya??? Ya ha pasado casi todo y aún seguimos soñando, como si no fuese real todo lo que estamos viviendo. Michael y yo hemos practicado un poquito el primer baile, pero no somos expertos. Ponen la canción. De nuevo, nervios. Está pasando, nos están mirando. ¡¡Estamos bailando como marido y mujer!! ¡¡Qué fuerte!! ¡¡Se nos une la gente y empieza el bailoteo!! ¡¡Y toca tirar el ramo!!

A partir de ahí, varias horas de hablar, reír, bailar mucho hasta sudar, compartir con todos los invitados, abrazos, besos, ¡¡¡¡os he echado de menos a todos!!!! ¡¡¡Muchas fotos en el fotomatón, risas y más abrazos!!! Y de repente son casi las 2 de la mañana y ya mucha gente se ha ido. Se está terminando. ¿¿¡¡Cómo puede ser si hemos empezado hace 5 minutos!!?? Sigue pareciendo irreal. Al final llegamos a la habitación. ¡¡Agotados, pero con los corazones llenos!! ¿¿No puede durar más?? Hay tanta gente con la que quiero compartir, seguir hablando, seguir pasándolo bien. ¡¡Ha pasado todo demasiado rápido!!

Nos despertamos al día siguiente con una sonrisa. ¡Durante el desayuno vemos a algunos amigos que se han quedado en Es Revellar a dormir y nos alegra mucho poder verlos otro ratito corto y despedirnos! Y ya toca dejar la habitación. Dar las gracias, coger el coche e irnos...

Ya está, nos hemos casado. Todo ha salido perfecto. Mejor de lo que esperábamos. Hay fotos para demostrar que pasó, y, aun así, sigue pareciendo irreal... El mejor día de nuestras vidas.