La boda de Mely y Agus en Albacete, Albacete

Me llevé el velo a la peluquería para ver como me lo tenían que poner y a razón del refrán que dice: "Vísteme despacio que llevo prisa", ¡se me olvidó el velo en la peluquería! Todo el mundo esperándome en casa para las fotos, ¡a media hora de empezar la ceremonia en Nuestra Señora de Fátima! ¡Ains, qué lío!

Cuando llegué, el fotógrafo de Xfotos ya no sabía como calmarme ni como hacerme reír de los nervios que tenía; pero una vez terminada la sesión y cuando llegué a la puerta de la iglesia, me descargué y subí al altar como en una nube. Me dije "lo que está hecho, hecho está; y lo que no, ahí se queda". La alegría y emoción que me dio al ver a todos sonriéndome, y a mi futuro marido casi llorando. Fue cuando me dejé llevar y disfruté al máximo de cada detalle para que nunca se me olvidara.

Me encantó toda la ceremonia, fue corta y muy emotiva. También hubo a la salida la lluvia de arroz y el “vivan los novios”. Nos fuimos en el descapotable de nuestro amigo y nos recorrimos toda la ciudad a nuestro antojo hasta la sesión de fotos. ¡Qué bien nos lo pasamos!

Al entrar en los jardines de los salones Los Chopos, en la Gineta, vimos como nos estaban esperando para brindar, compartir nuestra alegría y felicicitarnos. Ese fue uno de los momentos que mas disfruté, el ver que lo más importante, ya había pasado.

Teníamos unas cuantas sorpresas (aparte de los regalos que es lo que se espera la gente, jejeje) porque se lo merecían, por siempre estar ahí y por querernos como nos quieren y nos cuidan.

Un ramo y una canción dedicada a cada madre y por supuesto, mi ramo de novia a mi abuela.

A nuestros mejores amigos, por lo que nos han aguantado y por lo que nos aguantan, les regalamos junto a otra canción, los novios de la tarta, para que así sean los próximos en animarse para pasar por el altar.

Y por último y el menos esperado, el baile, fue ensayado con todos nuestros amigos para que no fuera el típico vals. Y aunque digan que no salió como en los ensayos, estuvo fenomenal, y disfruté como nadie.

Ya el resto os lo podéis imaginar; bailar, bailar y bailar, y con mucha lástima, ir despidiendo a la gente que se iba. Y nosotros también nos despedimos del maravilloso día en la Feria de Albacete y para no dar la nota, como no, ¡vestidos de novios!

Esta es nuestra historia resumida... aunque me haya enrollado... :D