La boda de Marta y Jose en Sevilla, Sevilla
Elegantes Invierno Granate 6 profesionales
M&J
17 Dic, 2016El día de nuestra boda
Yo los nervios los solté el día anterior al terminar de montar así que a la mañana siguiente estaba simplemente feliz. ¡Hasta puse 5 minutitos más en el despertador para remolonear en la cama ¡
Fui a la Peluquería, ¡Ay, Javier! La mejor elección del mundo. Lo pasé genial mientras me peinaban y maquillaban. Charlaba, tomaba café... Disfruté de cada momento.
Luego nos fuimos al Hotel. Allí estaban mi hermana, el padrino y mi amiga para vestirme; junto con el fotógrafo. Todo iba estupendamente. Yo me reía y estaba relajada. Me lo pasaba bien mientras todos me decían: "pero qué novia más reñajada" "qué rara eres". Yo decidí que iba a disfrutarlo todo. Tanto es así que cuando terminaron de vestirme llamé al servicio de habitaciones y pedí botellines de tercio para todos.
Nos fuimos para la capilla y muy bien. Todo en hora, incluso mandé para el coche justo al llegar, y entré por las puertas a las 13 horas en punto. Estaba tan feliz que me iba fijando en todo. En mi futuro marido (ahora ya marido), los invitados mientras iba por el pasillo, las sonrisas, las expresiones... todo.
Seguir leyendo »La ceremonia fue perfecta. Estaba entusiasmada. Lo cierto es que te casen dos sacerdotes amigos tuyos ayuda mucho. Pero en general todo fue tal como podría haber soñado.
Luego llovió arroz ¡como para dar de comer a medio mundo! Increíble... me pesaba el velo de todo el arroz que me había caído. Me grabaron un vídeo a cámara lenta mientras salíamos de la Iglesia que es una maravilla. Lo recomiendo. Pedídselo a algún amigo.
Nos fuimos a los Alcázares y las fotos fueron divertidas. Yo seguía feliz y tranquila y encima ya acompañada de mi marido. No podía parar de sonreír. Pero reconozco que llegó un momento en que no quería más. Ese es el momento de dejar de lado la cámara y correr hacia el banquete.
En el hotel la llegada es una pasada, ese primer brindis y esa botella de Don Periñón, que fue el regalo que me hizo Jose en la boda. Ahora, no pruebas bocado, porque si te metes algo en la boca lo pasa fatal. Todo el mundo quiere hablar contigo y no hay manera humana de picotear y saludar a la vez.
Una vez terminado pasamos al salón. Eso ya era otra cosa. Sentada, tranquila, viendo a todo el mundo sonriendo, comiendo y disfrutando. ¡Qué rica la comida! ¡Qué bueno todo! Comí. No me entraba todo, pero yo almorcé sentada. Entre platos me iba pasando por las mesas, pero volvía para seguir comiendo sentada tranquila en la mía.
El momento de dar los detalles y pasar por las mesas fue la mejor forma de asegurarme de que veía a todo el mundo. Yo no lo cambio por mucho que dure. (Aunque agradecí llevar solo 120 personas en ese momento).
Y por último la barra libre. Ese momento baile en el que por primera vez pienso que voy a morir de infarto. Pero que salió perfecto. ¡Y fiesta! Tanta que hasta se me hizo larga. Porque allí no paraba de bailar nadie y se quedó mucha gente hasta el final.
En resumen, ¡perfecto!
Servicios y Profesionales de la Boda de Marta y Jose




Otros Proveedores
Otras bodas en Hotel Silken Al-Andalus Palace Sevilla
Ver todas
Otras bodas en Sevilla
Ver todas

Hacienda Caridad

Hacienda Caridad

Hacienda Caridad
Inspírate con estas bodas
6 comentarios
Deja tu comentario